El municipio axárquico de Arenas continúa conmocionado ante la desaparición de Dana Leonte, residente de origen rumano de 31 años de edad de la que no hay pista alguna sobre su paradero desde el pasado 12 de junio. Ante las dudas existentes sobre el caso, la Guardia Civil rastrea desde este miércoles cada palmo en el entorno donde vivía, en una casa de esta localidad propiedad de su actual pareja, con la ayuda de un helicóptero y de drones.

"La gente está muy sorprendida por el despliegue que hay en el pueblo. No es ni mucho menos habitual que más de una docena de guardias civiles, algunos con trajes especiales, pasen todo un día en un sitio por el que pasan a diario muchas personas", expresa un empleado municipal. Los registros en la vivienda donde se pudo ver por última vez a la mujer, que en caso de haber desaparecido voluntariamente ha dejado una niña de siete meses a cargo de su pareja, se prolongaron el miércoles hasta casi la madrugada.

Según fuentes cercanas a la investigación, la pareja de Dana fue interrogada durante la pasada madrugada pero no en calidad de investigada. Al hombre, vecino de Arenas y que responde a las iniciales S.R.G., se le preguntaron detalles sobre dos hogueras que en el entorno de la casa permanecieron encendidas antes de la desaparición de Dana. Por otra parte, los agentes solicitan cualquier pista sobre esta mujer, de 1,60 metros de altura, complexión delgada, ojos marrones y pelo castaño. Cuando fue vista por última vez vestía pantalón negro y una camisa del mismo color.

La Guardia Civil desplaza un helicóptero para buscar a Dana en Arenas

La Guardia Civil desplaza un helicóptero para buscar a Dana en Arenas

No obstante, la pareja ha declarado que Dana habría tomado antes de desaparecer una cantidad de dinero y ropa de la que había comprado recientemente. "No voy a volver a casa. Tengo cosas que resolver", habrían sido sus últimos mensajes según han subrayado a este periódico fuentes municipales. Al parecer, la joven habría regentado un restaurante en el Conjunto El Carmen de Vélez-Málaga y a diario salía desde Arenas por carretera en dirección a la capital axárquica. "No hacía vida en el pueblo. Prácticamente nadie la había tratado. La conocíamos de vista", ha expresado un integrante de la propia corporación en el Ayuntamiento.