La familia de la pareja de Dana Leonte, la joven rumana desparecida en Arenas desde el pasado 12 de junio, insiste en la huida voluntaria de una mujer a la que la maternidad le habría cambiado radicalmente la vida. "La falta de vacunas y de cubrir las necesidades básicas de su bebé, como demuestran los documentos de la pediatra", manifiestan en relación a la hija de ambos, de apenas siete meses.

Asimismo han pedido prudencia ante los "comentarios sin fundamento" que han trascendido en las últimas horas, acerca de que S.R.G. hubiese desaparecido también. "Cualquier persona es libre de decir sus sospechas, pero creo que se están yendo de las manos. Creeremos en la inocencia de él hasta que la investigación no diga lo contrario. Ni a la propia familia nos facilitan datos para no interferir en la propia investigación", sostienen.

Una de las portavoces de la familia ha agregado que jamás se le desearía a nadie vivir una situación como la que atraviesa en estos días. De hecho, en los registros domiciliarios del pasado miércoles estuvo presente tanto el padre como una hermana de S.R.G. y desde entonces "se han generado más y más hipótesis". Los familiares abundan en que la hija pequeña de la parejas se encuentra en perfecto estado y solicitan que antes de "opinar y acusar se debería pensar en lo que se dice".

La Guardia Civil busca desde este jueves hasta en fincas y posibles zanjas abiertas en el terreno con un radio bastante amplio, por todo el término municipal de Arenas. Para ello se han distribuido en la zona hasta seis patrullas, incluidas algunas del Seprona, y desde el aire trabajan con un helicóptero y la ayuda de drones.

Las autoridades locales han subrayado que el pueblo está muy sorprendido respecto al gran despliegue que no se recuerda en el municipio de poco más de un millar de habitantes y enclavado a apenas una decena de kilómetros de la capital de la Axarquía, Vélez-Málaga. Dana desapareció el pasado 12 de junio, pero hasta el pasado fin de semana no se dio la voz de alarma y se hizo un llamamiento público para intentar conocer si, como había indicado a su pareja, se marchaba de forma voluntaria. Tomó una cantidad de dinero, ropa que acababa de comprar y le habría manifestado a él que no volvería a casa.

La mujer, de 1,60 metros de altura, complexión delgada, ojos marrones y pelo castaño, vestía pantalón negro y una camisa del mismo color cuando fue vista por última vez. También aseguró a su pareja que tenía cosas que resolver. Al respecto, mantendría una deuda con un empresario amigo, que le habría prestado entre 12.000 y 15.000 euros para poner en marcha un establecimiento. "Estoy seguro de que se ha marchado a Rumanía para quitarse el marrón de encima", subrayó días atrás la pareja de Dana. Ambos convivían desde hace más de un año en la casa que él posee en Arenas y donde ha quedado al cuidado de la pequeña de siete meses.