Los marisqueros del puerto de Caleta de Vélez piden ayuda a la administración para que no vuelva a suceder como el año pasado en que los caladeros estuvieron cerrados prácticamente toda la temporada alta por culpa de las toxinas producidas por unas algas.

El pasado lunes, la presencia de la bacteria Escherichia Coli obligó a cerrar el principal caladero de Vélez Málaga, lo que obligó a las 38 embarcaciones del puerto de Caleta de Vélez que se dedican a mariscar coquinas, conchas finas y chirlas a quedarse amarradas o buscar otros caladeros.

«Actualmente sólo podemos faenar en el caladero entre Nerja Punta de Vélez, porque el otro caladero de esta zona permanece cerrado», según explicó ayer a La Opinión de Málaga la patrona mayor del Puerto de Caleta de Vélez, Mari Carmen Navas.

En la provincia hay otros caladeros abiertos por la zona de Fuengirola y Marbella «pero nos pillan muy lejos para faenar. Piense que ir allí en un barco de estos supone 3-4 horas de viaje y nuestra actividad tiene una hora concreta de inicio y otra de finalización -explica Mari Carmen Navas-. Nosotros no podemos faenar más allá de las doce del mediodía porque trabajamos en la orilla y no podemos interrumpir las horas de baño», explica la patrona mayor.

La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, manifestó ayer que el cierre del caladero de marisco es «una cuestión puntual y no permanente. Es un cierre de emergencia y el protocolo establece veinte días, si bien todos los días se están haciendo análisis para ver si se pueden hacer capturas con seguridad alimentaria».

Los marisqueros esperan los resultados de los análisis efectuados el miércoles «porque si son positivos tendremos que esperar 20 días, cuando estamos en la época del año en que nuestra actividad es más rentable porque ahora el mar está más días en calma, se pueden trabajar más jornadas y el producto tiene mejor salida en el mercado. Ahora es cuando nuestra actividad es más rentable y podemos obtener ingresos para afrontar el invierno», explica Mari Carmen Navas.

Por eso, los marisqueros piden a la Administración que depure las aguas fecales al 100% para evitar los vertidos al mar y el cierre de los caladero.

Como alternativa, los marisqueros piden ayuda a la Junta para montar una depuradora pública como la que se ha abierto en Sanlúcar ya que en la provincia de Málaga sólo hay una depuradora pero es privada y les cobran 70 céntimos el kilo de conchas finas y más de un euro el de coquinas, a lo que hay que sumar el coste de llevar las capturas a Fuengirola y traerlas unas vez depuradas.