La presencia de la bacteria E-coli, que tiene un origen humano y cuya ingesta puede ser mortal, ha forzado el cierre de uno de los caladeros de marisco en aguas situadas frente al término municipal de Vélez-Málaga.

Así lo confirmó ayer la Junta de Andalucía, que justo un día antes mantenía abierto el enclave marítimo. Los controles que al menos se realizan una vez a la semana determinaron niveles por encima de lo permitido de dicha bacteria.

Los marisqueros pusieron ayer el grito en el cielo porque el cierre se produce justo como en julio del pasado año, cuando mayor productividad registra su actividad.

La flota integrada por 38 de las embarcaciones de la provincia, que dan empleo a unas 80 familias en su mayoría del puerto pesquero de Caleta de Vélez y su entorno, se quedó ayer amarrada o tuvo que buscar otros caladeros en el litoral malagueño.

«Es el momento del año de más actividad y justo cuando logras un cupo económico que te permite superar los periodos sin actividad de los marisqueros en invierno», lamentaba ayer uno de los afectados.

Lo primero que solicitan a la Junta es que cuide los controles en cuanto al vertido de aguas fecales sin depurar al mar. Esa regulación de la depuración en tierra «es básica» para evitar que se repita esta situación, verano tras verano, y en plena temporada alta.

La Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía indicó la posibilidad de que en las próximas semanas bajen los índices detectados de esa bacteria y se pueda retomar la actividad. También recordó ayer que los parámetros vienen determinados por la legislación comunitaria, que a su vez fija «sanciones millonarias» por la falta de saneamiento integral.

Para la patrona mayor de la Cofradía de Pescadores de Caleta de Vélez y portavoz provincial del sector pesquero, Mari Carmen Navas, «en uno de los meses en los que más precio adquiere en origen el marisco, la provincia se presenta con uno de los caladeros cerrados y con toda la flota pescando en el otro, que tampoco es muy grande». De esta forma solicita que las administraciones públicas en general «arreglen de una vez por todas las depuraciones en tierra».

«Queremos trabajar como queremos siempre, nos agarramos a la normativa, hacemos los análisis. Pero es que esta toxina es provocada por el ser humano, con lo que hace falta mayor control», denuncia justo cuando la Costa del Sol dispara sus índices de ocupación y casi triplica la población en determinados municipios.

La denominada bacteria Escherichia coli, abreviadamente E-coli, está presente en el intestino humano, de manera que se encuentra en las heces y la orina antes del proceso de depuración.