Miembros de la Academia Malagueña de Ciencias y de colectivos como la Asociación Bernardo de Gálvez visitaron el pasado 10 de julio la Cueva del Tesoro de Rincón de la Victoria, guiados por el profesor Manuel Laza, uno de los propietarios de este espacio, y aprovecharon para pedir que cuente con un equipo científico que la dirija, para que se puedan divulgar y conocer mejor todos sus valores geológicos y arqueológicos.

En la actualidad, funciona como atracción turística, dependiente del Área de Turismo, Cueva del Tesoro, Deportes y Juventud y ya no está regida por un patronato del que formaban parte la familia Laza, el Ayuntamiento -que tiene alquilada la cueva a la familia desde 1991- y la Junta de Andalucía.

A este respecto, el académico de número y geólogo Luis Linares abogó porque la Cueva del Tesoro sea algo más que una atracción turística y subrayó que su mayor carencia «es la de un equipo científico, pero no sólo desde el punto de vista científico sino desde todos los puntos».

Así, señaló que por sus valores geológicos, «se le podía sacar un partido extraordinario» y puso como ejemplo el poco conocido contraste de esta cavidad con la Cueva de Nerja, «porque pese a estar tan próximas, la del Tesoro es de origen marino y sobre todo está en un estado de ‘juventud’, mientras que la de Nerja está mucho más evolucionada».

A su juicio, con un equipo científico, «a los visitantes se les podría trasladar algo más que anécdotas un poco románticas», en alusión a la leyenda del tesoro oculto.

Pinturas rupestres

En la misma línea, el académico de la Historia y de la Academia Malagueña de Ciencias, Francisco Cabrera, abogó por «profundizar más en las pinturas rupestres, que creo que no están lo suficientemente investigadas y en lo geológico, con la dirección de una persona que entienda y que la cuide más».

Para Francisco Cabrera son necesarios estudios «un poco más importantes y en profundidad», para que los visitantes no se limiten a conocer algunas «leyendas históricas» del lugar.

Efectos positivos en el Turismo

Por su parte el académico de número Manuel Olmedo puso de «paradigma» a seguir la Cueva de Nerja, «un ejemplo de cómo la investigación y la Historia se configuran como los ejes fundamentales para la Cultura, y por supuesto para el Turismo».

El académico está convencido además de que si el monumento natural del Rincón cuenta algún día con una dirección científica, «se derivará un incremento notable de la explotación turística de este bien».

A este respecto, el presidente de la Academia Malagueña de Ciencias, Fernando Orellana, que no pudo asistir a la visita, ofreció la colaboración desinteresada de la Academia por medio de «asesores científicos», en el que caso de que se pusiera en marcha un patronato o fundación que lo necesitara.

Para Manuel Laza, portavoz de la familia que tiene esta cueva en propiedad desde hace un siglo, «hay bastantes elementos a revisar y estudiar, sobre todo a raíz de las últimas publicaciones sobre pinturas rupestres, y necesitarían a alguien experto».

Como recuerda, en la primera mitad de los 80 su padre, Manuel Laza Palacio, el redescubridor de la cueva, autorizó unos estudios arqueológicos que dieron lugar a un libro que no se publicó hasta 2007, editado por el Ayuntamiento, «pero puede decirse que hace más de 20 años que en la Cueva del Tesoro no se hace nada innovador en absoluto».

Una fundación, solución ideal

En opinión de Manuel Laza, que recordó que otras cuevas de la provincia cuentan con la dirección de expertos, como las de Nerja, La Pileta, Ardales o las de La Araña, la solución ideal sería una fundación, «porque tendría el control un equipo científico cualificado, como pasa en la Cueva de Nerja, que funciona bien». Esta fundación permitiría acceder a subvenciones y de ella podrían formar parte el Ayuntamiento, la familia propietaria, arqueólogos y académicos modificados, indicó.

Además, recordó que durante la visita, mostró a los académicos una zona excavada de forma reciente sin permiso, «y eso es un expolio». En la actualidad, criticó, la Cueva del Tesoro tiene carencia de guías y vigilantes, pues sólo cuenta con un vigilante en la llamada Sala de la Virgen y el público se mueve por el resto de la cueva a su aire por medio de audioguías.

De cualquier forma, lamentó que el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria «no está en absoluto por la labor». De hecho, hace unos años, bajo mandato socialista, recordó que ofreció la cesión gratuita de la Cueva del Tesoro a cambio de crear una fundación con presencia de la familia Laza, «pero el Ayuntamiento lo rechazó porque no tendría el control».

En su lugar, el Consistorio inició hace unos años la expropiación de la cueva, tasada por una comisión de expertos en unos 5,9 millones de euros, un precio que el Ayuntamiento considera desorbitado, y en su lugar ofreció 600.000 euros a la familia, de ahí que el asunto esté en los juzgados, informó el propietario.

«Al actual alcalde, Francis Salado, le ofrecí ceder mi parte al Ayuntamiento, y tratar de convencer al resto de la familia para que hiciera lo mismo, a cambio de una fundación, pero dijo que no, que seguirían con la expropiación», lamentó.

En abril de 2018, a raíz de nuevos análisis en la Cueva de Ardales que evidenciaban que los autores de las pinturas rupestres eran neandertales de hace 64.000 años -20.000 antes de la llegada del Homo sapiens a Europa- Manuel Laza mostró su convencimiento de que «algunas de las pinturas» de la Cueva del Tesoro son neandertales y animó a que se investigaran a fondo.

Respuesta del Ayuntamiento

El concejal de la Cueva del Tesoro, Antonio José Martín, declaró el viernes a este diario que es pronto para dar una respuesta a la petición de los académicos. «Estamos a comienzo de legislatura y hay que sentarse con el alcalde para tratar del asunto de la Cueva». El concejal subrayó toda su disponibilidad «para trabajar por la Cueva del Tesoro».