La comunidad escolar de la guardería El Faro de Torrox ha organizado para este hoy lunes la primera de sus acciones reivindicativas frente al despido de diez trabajadoras que integran desde hace alrededor de una década su plantilla.

La concentración está prevista a las 11.00 horas frente al edificio de Usos Múltiples situado en la avenida de Andalucía de Torrox-Costa, y surge de la confirmación por parte de la Junta de Andalucía de la recuperación de la gestión directa del servicio de esta escuela infantil y de otras cuatro situadas en Sevilla, Almería y el litoral gaditano.

Una de las afectadas por estos despidos recordó que inicialmente se les ofreció a las integrantes de las cinco plantillas, que suman un total de 73 puestos de trabajo, una moratoria de un año. «Incluso salió en prensa el alcalde para comunicar que así se produciría. Sin embargo, la propia Junta comunicó luego que la moratoria no cabía en su reglamento, algo que choca con las sentencias de ámbito europeo que presentaremos a la hora de recurrir este proceso», argumentan en relación a la situación que, salvo marcha atrás, va a producirse a principios del mes de septiembre, con el inicio de un nuevo curso escolar.

Las trabajadoras, antes de la referida moratoria, ya iniciaron por iniciativa propia y de los progenitores de su alumnado una recogida de firmas, de manera conjunta y con el apoyo del resto de comunidades de las escuelas de Almería, Sevilla, Chipiona y La Línea de la Concepción. Así respondían a la puesta en marcha de un plan autonómico de la Consejería de Educación y Deporte que como fin tenía la recuperación de la gestión directa de estas escuelas infantiles.

Las afectadas insisten en que no tienen nada contra la medida iniciada por la Junta, a instancias de la situación singular en la que se hallaban estos centros, «pero nuestra aspiración es la de obtener una subrogación, legal y jurídicamente posible, como nos han demostrado otras sentencias y todos los documentos que les hemos enviado mañana, tarde y noche».

Esa documentación dio pie a esa posible moratoria, catalogada por las 73 personas afectadas, como un hilo de luz ante el negro futuro que se les planteaba. Porque con 12 meses en el horizonte, incluso cabía la posibilidad de que algunas de estas trabajadoras pudiera encontrar un empleo alternativo en el que continuar con su labor docente.

Ese periodo transitorio «nos hubiese permitido también negociar sin las prisas de este verano. Pero ni siquiera hemos podido tener acceso al consejero Elías Bendodo», añaden las afectadas en el municipio axárquico. Ahora confían obtener el mayor respaldo social posible antes de septiembre.