El Gobierno central confía en la conclusión definitiva de las obras de la EDAR de Nerja para antes de junio de 2020. Asimismo, ha indicado de forma explícita que la reanudación de los trabajos «es inminente», una vez que el Ministerio para la Transición Ecológica ha aprobado «el modificado del proyecto». Apenas resta el 8% de toda la obra que en su día se planificó y adjudicó por 23 millones de euros. Pero en ese montante todavía pendiente figuran emisarios localizados en distintos enclaves turísticos, como la playa de Burriana.

Hace unos días que la subdelegada del Gobierno, María Gámez, incidía en la importancia de poder retomar la última infraestructura que resta para poder completar el saneamiento integral en la Costa del Sol. Pero también es importante recordar, según han incidido fuentes municipales, que posteriormente a que se completen estas obras la EDAR deberá superar el preceptivo periodo de pruebas, en este caso fijado en seis meses. Con ese calendario, la depuradora podría empezar a estar totalmente operativa, como muy tarde, en el primer trimestre de 2021.

El Ministerio reiteró a este periódico que las obras que quedan para completar esta infraestructura no van a interferir con el flujo de turistas que tanto en verano como en temporada baja acuden al municipio nerjeño. Asimismo, se va a preservar la importante riqueza medioambiental que sirve como principal aval de este término malagueño.

La situación del proyecto no ha experimentado apenas cambios desde principios del año pasado. La quiebra de una de las integrantes de la UTE adjudicataria de los trabajos forzó la paralización. Y al mismo tiempo se detectaron después modificados que han requerido de un modificado por más de 2 millones de euros. Así el importe definitivo de esta infraestructura se situará en unos 26 millones.

El alcalde nerjeño, José Alberto Armijo (PP), mostró este verano su preocupación por los retrasos acumulados. De hecho celebró en sede ministerial, en Madrid, una reunión junto al subdirector general de Infraestructuras y Tecnología, Daniel Sanz, y el director de obras de la EDAR, Ignacio Gasset. Ambos le confirmaron la necesidad de que la Abogacía del Estado elevara un informe y de que la Intervención del Ejecutivo nacional fiscalizara el modificado aprobado hace apenas unos días.

Otros trámites ministeriales

Igualmente, se está todavía a la espera de que se pueda dar luz verde al «proyecto complementario». Y, como ha recordado el equipo de gobierno nerjeño, incluso debe el Ministerio trasladar a la Junta de Andalucía la documentación que autorizará los posteriores vertidos de la propia EDAR.

Todo ese itinerario administrativo debe poner fin a dos décadas de espera y hasta tres adjudicaciones, si se cuenta la que debe ahora ejecutar el modificado en cuestión, cuya dotación presupuestaria es de 2.040.000 euros. De hecho, a mediados de los noventa ya se empezó a trabajar en hacer realidad la primera depuradora de aguas residuales nerjeña.

La falta de esta infraestructura o de alguna similar que evite vertidos directos al mar ha generado, sumadas otras carencias en el resto del Mediterráneo y del país, varias sanciones impuestas por parte de la Unión Europea. Esas facturas millonarias a España parten del incumplimiento de las directivas en materia medioambiental.