La red de Paradores ha mejorado la oferta de sus instalaciones en la localidad axárquica de Nerja con la apertura del Ombú del Mediterráneo, un restaurante con «identidad propia» y productos de proximidad en lo que había sido hasta ahora la cafetería de este establecimiento. A la variada oferta del Parador nerjeño, abierto desde julio de 1965, «al calor de la entonces recién descubierta Cueva de Nerja», se le une el concepto del «tapeo y las raciones para compartir».

Paradores insiste en que la carta recién inaugurada mantiene la apuesta histórica por la cocina de carácter tradicional y los productos comarcales. Entre otras actuaciones se han sustituido las referencias a la marca con «una imagen nueva, identificada con la ubicación de cada parador».

El presidente delegado de la cadena pública, Óscar López, subraya que para esta inversión en la mejora del Parador de Nerja se ha tenido en cuenta la necesidad de ampliar «su oferta gastronómica y de adaptarla a unas nuevas formas de consumo». En concreto se ha tenido en cuenta «tanto la cultura de su región como la influencia marina, al ser un establecimiento de costa».

También ha avanzado que estas mejoras se ampliarán a otros paradores a lo largo de este año. La oferta diseñada por el equipo de Restauración de Paradores está basada, además, «en las señas de identidad de la hotelera pública, tales como la cocina regional o los productos locales y las recetas tradicionales de cada zona, tanto en la comida como en la bebida».

Otro aspecto que también llama la atención en el análisis que ofrece el Parador de Nerja al inaugurar su nuevo espacio es que, en términos generales, «los paradores son destinos gastronómicos en sí mismos, como prueba el hecho de que alrededor de la mitad de la facturación proviene de los restaurantes».

«Queremos que nuestros clientes tengan nuevas maneras de disfrutar y de conocer la cocina regional de cada zona de España cuando visiten un parador», explicó López respecto a ese mimo por los ingredientes de calidad al que ha aludido en más de un ocasión el propio director del Parador nerjeño, Emilio Mojón. Así, en este nuevo Ombú del Mediterráneo se puede probar un guacamole con «aguacates de la Axarquía, de los más apreciados de todo el planeta», o berenjenas fritas con miel de caña de Frigiliana. Pero incluso figura en la nueva carta una hamburguesa de sepia de la Bahía de Málaga.

En el plan provincial de mejoras de estas instalaciones, Paradores va a incorporar El Green del Mediterráneo al establecimiento Málaga Golf o El Mirador del Mediterráneo, al Parador de Gibralfaro.

La red recuerda que el concepto de Paradores se remonta a 1928, de forma que en menos de una década alcanzará su primer siglo. Según las más prestigiosas publicaciones del sector turístico, su modelo cabe catalogarlo «como de único» en el mundo. La clave está en que la mayor parte de sus establecimientos se ubican en lugares singulares. Es el caso de Nerja, sobre un acantilado que domina la famosa playa de Burriana y los acantilados de Maro.