Sostienen los expertos en patrimonio del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, como anunciaron públicamente en la Universidad Complutense de Madrid, que Toscanos no fue uno de tantos asentamientos fenicios a orillas del Mediterráneo. Hace más de 2.500 años fue el único lugar de la actual Andalucía en el que convivieron en paz, bajo un acuerdo pactado, los tartessos y los propios fenicios. Los pobladores llegados desde Tiro se establecieron finalmente en el actual Morro de Mezquitilla, en Algarrobo, no se atrevieron a ir más allá del río Vélez, hasta donde los tartessos fijarían el límite de sus dominios.

A este histórico enigma, sobre el que se considera que hubo 75 años de paz y con un reparto del territorio basado en el diálogo, se le podría arrojar aún más luz si el emplazamiento de Toscanos, como mínimo, se convirtiese en lugar de visita turística y gozara, como durante los últimos 25 años han pedido colectivos defensores del patrimonio en la Axarquía, de un mínimo centro de interpretación (como el que ya posee, por ejemplo, la villa romana situada en Torrox-Costa).

«Esperemos que el proyecto recién presentado para la construcción de diversos complejos hoteleros entre Torre del Mar y Almayate saque del olvido a este emplazamiento», señala el historiador británico George Spine, jubilado precisamente en una casa rural de Almayate Alto. «Yo vine aquí por los textos sobre Toscanos, con una historia por descubrir a la que ahora se le van a añadir 4.000 camas hoteleras. Ojalá se respete el yacimiento y se le proporcionen inversiones para que no mantenga una imagen tan deplorable», denuncia.

Pero no es la primera vez que se propone una iniciativa turística en la desembocadura el río Vélez, concretamente junto a la margen derecha y a poca distancia de Almayate Bajo. La Sociedad Amigos de la Cultura de Vélez-Málaga, que fue fundada en el año 2000 de una forma oficial, rememora el proyecto de Playa Fenicia, impulsado también en un periodo en el que gobernaba como ahora el PSOE. «Estaba ya en su punto casi más alto la burbuja inmobiliaria y el gobierno veleño se propuso crear una especie de parque tematizado o temático, como los que se construyeron en territorios tales como Alicante, donde estaba planeada Terra Mítica», alega otro de los defensores de este legado histórico.

Muchos de los expertos sostienen que ahora «todo se hace con criterios de sostenibilidad y sin anteponer otros intereses». Spine es menos optimista e incide en que la función de asociaciones y defensores de lo que fue el pasado de la Costa del Sol deben cumplir «con la vigilancia de lo que se apruebe». Para el equipo de gobierno, toda modificación de lo que se incluye en el PGOU en vigor pasa por la Consejería de Cultura y «no admite alteraciones sobre un yacimiento tan importante».

Así despeja cualquier duda sobre el futuro de Toscanos, cuyas primeras excavaciones se remontan a mediados de los sesenta. Además, las mismas tuvieron como protagonistas a los historiadores del Instituto Arqueológico Alemán, después de un acuerdo con el Gobierno español que también daría lugar en el ámbito agrícola a la creación de la finca experimental de La Mayora (base para el cultivo intensivo de frutas subtropicales en esta parte de España).

El arqueólogo municipal de Vélez-Málaga, Emilio Martín Córdoba, es precisamente uno de los responsables de la clasificación de los restos hallados entonces, durante un proceso que se iniciaba en 2012 y que se prolongó durante 24 meses. «De lo localizado en la Fortaleza-Alcazaba, en pleno casco histórico de Vélez Málaga, podemos ya certificar la presencia tartésica y fenicia en la Axarquía», abunda.

El técnico añade que la desembocadura del principal río veleño tenía un aspecto bien distinto hasta hace 600 años. «Los barcos llegaban, por ejemplo, al asentamiento de Los Toscanos, que sabemos que se localiza a un kilómetro de la actual primera línea de playa». Así, el delta actual parte de los cultivos de la vid que acumularon sedimentos con las precipitaciones. Es decir, hasta entonces ni existían Almayate Bajo ni Torre del Mar.