Rincón de la Victoria se convertirá en un municipio pionero en el tratamiento de la toallitas que suelen atorar las canalizaciones dedicadas al traslado de las aguas residuales. El Ayuntamiento presentó ayer el primer sistema de vigilancia, mediante cámaras dotadas de inteligencia artificial, para detectar la acumulación de residuos sólidos a lo largo de la red pública de saneamiento y drenaje urbano.

El alcalde rinconero, Francisco Salado, el concejal de Medio Ambiente, Sergio Díaz, el presidente de la Mancomunidad de la Axarquía, el socialista José Juan Jiménez, y la directora general de Hidralia, Matilde Mancha, dieron numerosos detalles sobre el Proyecto iONWipes, que tiene como objetivo la mejora de los sistemas de drenaje y saneamiento urbano para optimizar el mantenimiento de las estaciones de bombeo.

La iniciativa no sólo permitirá la menor incidencia de las toallitas en las tuberías de aguas residuales. También permitirá «estudiar los posibles efectos de las lluvias o de la estacionalidad en la acumulación de residuos». Salado subrayó la importancia de este proyecto de investigación y desarrollo para «intervenir con antelación y solucionar uno de los grandes problemas de las empresas y ayuntamientos, que supone un coste de 200 millones en trabajos de depuración».

El munícipe remarcó además el compromiso de su equipo de gobierno para «poner sobre la mesa los medios técnicos que hagan posible que la red de saneamiento de Rincón de la Victoria y la de toda la Axarquía pueda ser lo más eficiente posible». Pero también aludió a la necesidad de «concienciar a la ciudadanía de tirar las toallitas en su lugar correspondiente, no solo para evitar las consecuencias económicas negativas para las arcas municipales, sino para proteger el entorno medioambiental».

El presidente de la Mancomunidad agradeció públicamente al Consistorio rinconero por apostar por esta colaboración «tan necesaria» e incidió en que de las 717 toneladas de residuos urbanos recogidas anualmente en las estaciones depuradoras de la comarca, 370 fueron de toallitas, «con todos los gastos que conlleva de recogida, limpieza, personal y averías, entre otros».

Jiménez incidió en esa necesidad de «continuar trabajando por la sostenibilidad y que la comarca sea puntera en el reciclado y el saneamiento de su ciclo del agua». Al respecto, Mancha puntualizó la importancia, más allá del trabajo que realiza Hidralia para prevenir posibles atoros (con limpiezas periódicas de bombeos e inspecciones visuales de los operarios), del nuevo proyecto. «Apostamos por la digitalización e innovación a través del centro de investigación Cetaqua, que será el que pueda realizar el análisis, diagnóstico y evolución de este proyecto con el propósito de paliar el daño que provocan las toallitas en el sistema de saneamiento y que en sus últimas consecuencias supone el vertido al espacio medioambiental».

Hidralia puntualizó que se trata de una iniciativa pionera en Andalucía y que se desarrollará en tres fases. En la primera ya se utilizan diferentes equipos en laboratorio para comprobar el funcionamiento de las cámaras con humedad.