El actor más joven de cuantos integraban el amplio elenco de Verano Azul y único nerjeño de la famosa pandilla ideada por el ya desaparecido Antonio Mercero, Miguel Joven «Tito», continúa afincado en su municipio axárquico. Fue nombrado en su día embajador de la localidad y, para sorpresa de muchos visitantes de la Cueva de Nerja, se encarga de reabrir el monumento justo cuando a diario salen de su interior los últimos turistas. Desde hace años se ha convertido en una especie de guardián, capaz de narrar como nadie los secretos que mejor guarda tan milenario recinto.

Se podría decir que lo suyo es pasión. Pero como asegura un visitante ilustre, el director de la Oficina Nacional de Turismo de Marruecos para España en Torremolinos, Azzeddine Bijjou, «le pone mucho amor. Es el mejor guía en una visita tan especial». Y lo señala un experto en promoción internacional, con centenares de monumentos visitados por todos los rincones del planeta.

Miguel Joven le resta importancia, consciente de la suerte de poder hacer lo que más le gusta y de lo mucho que representa trabajar en una cavidad que atesora tantos registros mundiales. «Podría quizás ponerle menos pasión y dejarme llevar por la grandiosidad. En ese caso sin embargo no sería yo. Como visitante siempre tuve la curiosidad de saber más allá de cada estalactita y eso es lo que intento transmitir a los visitantes. Es un privilegio absoluto tenerlos en el interior de la gruta a mi disposición. Que confíen en mí durante hora y media para guiarles por la cavidad casi virgen, a oscuras. Llevarlos con la ayuda de una linterna a observar detalles únicos, esos rincones que escapan a la mayoría de turistas», relata.

En efecto, Miguel se adentra en el interior de la cavidad, con grupos reducidos y siempre mediante reserva previa, cuando todo ha quedado apagado, justo al finalizar las visitas turísticas a diario. Y previamente hace un alto justo en el lugar por el que los cinco jóvenes mareños que descubrieron el monumento se adentraron aquel 12 de enero de 1959. Ahí empieza a demostrar su excepcional capacidad como actor, como el mejor protagonista de una visita teatralizada a un lugar único y lleno de «misterios inexplicables».

Así nos habla luego, ya metidos en la paz absoluta de la Cueva de Nerja, porque apenas se oyen los pasos de los pocos integrantes del grupo, de cuestiones que ni la comunidad científica es aún capaz de poner razones: «Las excéntricas son esas estalactitas que justo allá arriba podéis ver, donde estoy apuntando con la linterna, que en vez de ser verticales como consecuencia de la ley de la gravedad se van desarrollando de manera horizontal y hasta hacia arriba».

El gerente del Parador de Nerja, Emilio Mojón, que integra esta expedición afirma que la ha realizado con Joven decenas de veces. Y siempre «descubres algo nuevo».