La organización Humana Fundación Pueblo para Pueblo recogió durante el pasado año más de 200 toneladas de materiales textiles en la comarca de la Axarquía, con el objetivo de poder reutilizarlos. En concreto, dicha cantidad equivaldría a unas 460.000 prendas que van a disponer, con el consiguiente beneficio en el ámbito medioambiental, «de una segunda vida».

El colectivo ha indicado que desde 1987 promueve la protección de nuestro entorno medioambiental a través de la reutilización de textil y, gracias a esta iniciativa, «lleva a cabo programas de cooperación al desarrollo en África, América Latina y Asia, así como de apoyo local en España».

Del total de 204,3 toneladas de textil usado recogido en la comarca de la Axarquía durante 2019, hasta 105,1 toneladas fueron recicladas en el término municipal de Vélez-Málaga. Prácticamente representa el 50% del total. Por localidades, le sigue Rincón de la Victoria, con 83,8 toneladas, y Riogordo, con otras 6. El cuatro peldaño en el territorio axárquico lo ocupa Nerja, con 4,7 toneladas. Pero llama mucho la atención que muy de cerca le sigue Colmenar, al acumular en 2019 hasta 4,6 toneladas de materiales textiles.

La organización alerta de que la cifra de 2019 es significativa, pero que a su vez representa un «ligero descenso» respecto al año anterior. En concreto, durante 2018 se reciclaron 206 toneladas. «Durante estos años, los ciudadanos donantes depositaron la ropa, el calzado, los complementos y el textil de hogar que ya no utilizaba en los contenedores de color verde de la Fundación. El servicio de recogida selectiva de textil es gratuito y representa un ahorro para el erario municipal», en términos de transporte y clasificación de estas toneladas de material.

La entidad «sin ánimo de lucro» que en estos municipios del litoral oriental de la provincia malagueña gestiona la ropa usada recuerda el doble beneficio que genera el uso de sus contenedores: «El primero es medioambiental, porque reduce la generación de residuos y contribuye a la lucha contra el cambio climático». Así incide en un estudio de la Comisión Europea indica que por cada kilo de ropa recuperado y no incinerado se dejan de emitir 3,169 kg de CO2, así que la reutilización y el reciclaje de textil durante al año pasado representan un ahorro de 647 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Genera puestos de trabajo

Pero hay un beneficio añadido de carácter social, consistente en la creación de puestos de trabajo inclusivos, estables y de calidad: Humana genera un empleo indefinido por cada 36 toneladas de textil recogido. Por otro lado, los recursos obtenidos se destinan a proyectos sociales. Después de superar tres décadas de actividad, 2,5 millones de personas se han visto involucradas en los programas de desarrollo «en los países del Sur de la mano de contrapartes o socios locales».

Humana apunta que en este período, la Fundación ha destinado más de 31 millones de euros para la formación de profesores de Primaria, el impulso de la agricultura sostenible o incluso la lucha contra el VIH/SIDA, entre otras acciones de cooperación. «Agradecemos la solidaridad y la confianza de la ciudadanía de la comarca de la Axarquía durante todos estos años», señala el responsable de Humana en la comunidad autónoma andaluza, Andrés Lagares.

«Humana contribuye a hacer más sostenible el sector de la gestión de residuos, con una visión de economía circular, ya que reintroduce las prendas en la cadena de valor, genera recursos con un impacto social positivo, crea empleo verde y sostenible, incide en el ámbito local y promueve la mejora de las condiciones de vida de las comunidades más desfavorecidas, al impulsar programas de cooperación al desarrollo», apunta.

Lagares también recuerda que en 2025 todos los municipios de la Unión Europea deberán tener establecida una recogida separada para el residuo textil, «lo que sin duda aumentará la baja tasa de separación en origen», que por ahora no supera el 10% en toda Andalucía. «Desde Humana aplaudimos la labor de los que promueven la recogida selectiva de textil. Estamos ante una oportunidad y un enorme reto para dar el impulso definitivo a la gestión apropiada de este recurso, fieles a la jerarquía de residuos y a un modelo circular, en el que prime reintroducir el textil en la cadena productiva», argumenta.

Las prendas depositadas en los contenedores de Humana tienen dos destinos: casi el 90% se trata en las plantas de preparación para la reutilización de la Fundación, en Madrid y Barcelona, y el resto se vende a empresas para su reutilización y reciclado.