Vélez-Málaga reivindica ante la Junta la urgencia de la desaladora

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Vélez-Málaga aprobó ayer tres propuestas sobre la necesidad de instalar una desaladora de manera urgente.

Por un lado, instó a la Junta a que instale «con carácter de urgencia» en Vélez-Málaga una planta desaladora de alta capacidad junto con un parque eólico y una central hidroeléctrica de re-bombeo en el entorno del embalse de La Viñuela y, por otro, al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y al Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico a que se impliquen financiera y técnicamente en dicha instalación.

El consistorio veleño recuerda que la Axarquía es la comarca de la provincia con mayor riesgo de desertificación, según informes de diversas instituciones, «por lo que la desaladora resulta esencial para combatir el cambio climático y la desertización ya que, más allá de garantizar el consumo humano y el regadío, aporta beneficios a los ecosistemas de la comarca y genera un impacto muy positivo en el medio ambiente».

«Vélez-Málaga y la Axarquía necesitan agua, nos encontramos en una situación de extrema gravedad, ya que el embalse de La Viñuela, principal recurso hídrico con una capacidad de 170 hectómetros cúbicos, está al 13,33% de su capacidad lo que supone solo 22 hectómetros cúbicos embalsados, de ahí la urgencia de establecer soluciones definitivas», dijo el alcalde de Vélez-Málaga, Antonio Moreno Ferrer.

El regidor confía en contar con fondos europeos e inversión privada y, sobre todo, la implicación de las administraciones supramunicipales competentes para que la desaladora sea una realidad en el menor tiempo posible».

El alcalde incidió en la necesidad de la desaladora «para el sector agroalimentario para el turístico que se incrementa, año tras año, más aún después de la pandemia».

El proyecto de la planta que propone el Ayuntamiento de Vélez-Málaga prevé producir unos 80 hectómetros cúbicos de agua al año para dar respuesta a ambos sectores. La inversión total del proyecto ronda los 645 millones de euros, tanto para planta de tratamiento como para una instalación fotovoltaica que reduzca al mínimo el consumo energético para la generación de agua potable, reduciendo los costes y respetando el medio ambiente.

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