La Axarquía sueña con una desalinizadora que evite el adiós a miles de hectáreas de regadío

Productores y empresas comercializadoras de las más diversas hortalizas, verduras y subtropicales dentro de la comarca de la Axarquía, donde su principal embalse está por debajo del 10% de su capacidad y desde octubre no bombea agua para regadío, sueñan con la posibilidad de que la Junta de Andalucía cumpla con su promesa y agilice al máximo la adjudicación de la licencia para implementar una desalinizadora.

La pertinaz sequía que arrastra buena parte de Europa y cuyos efectos se palpan significativamente en las comarcas malagueñas más orientales mantiene en jaque a los agricultores y amenaza con acabar con miles de hectáreas de regadío, como denuncian los propios socios de la cooperativa Trops, la principal comercializadora europea de aguacates y mangos.

El sindicato agrario Asaja en Málaga va más allá y considera que hay en juego más de 5.000 puestos de trabajo directos, además de otros tantos indirectos. Pero agregan sus interlocutores que de no mediar cambios, decenas de pozos dejarán a las comunidades de regantes del litoral axárquico sin agua con la que poder hacer frente al principal sustento de no menos de 2.000 familias. El drama se acerca, porque las previsiones para lo que resta de primavera son muy negativas.

Este periodo seco y cálido que arrancaba con el mes de febrero parece no tener fin. Todo apunta a que el año hidrológico se cerrará con un déficit acumulado que agrava los tres últimos años de lluvias muy por debajo de la media histórica. «Estamos muy preocupados, porque como decíamos hace años, las posibles medidas que sirvan para compensar las pérdidas llegan con retraso», alega el presidente de Asaja en la provincia, Baldomero Bellido.

El proyecto de desalinizadora sostenible fue diseñado por el Instituto de Domótica y Eficiencia Energética (IDEE), dependiente de la Universidad de Málaga, pero autosuficiente presupuestariamente por las aportaciones privadas que acumula, en diseño y comercialización de decenas de patentes, fue presentado hace poco más de un año en el Senado. Este modelo incluye paneles solares flotantes, con los que hacer frente a periodos de sequía como el que actualmente sufre la provincia malagueña.

Dos profesores del organismo dependiente de la Universidad de Málaga, Salvador Merino y Francisco Guzmán, fueron los encargados de trasladar los detalles de esta iniciativa a la Junta de Andalucía y no tardaron en recibir el apoyo logístico de la cooperativa agraria Trops, que agrupa con sede principal en Vélez-Málaga a más de 3.000 asociados entre agricultores y propietarios de fincas agrícolas.

El Gobierno aprueba una rebaja del 25% en el IRPF para 800.000 agricultores y ganaderos por la sequía

La Junta confía en que durante los próximos meses esté culminado todo el proceso administrativo, en tiempo récord, «para adjudicar el proyecto» y al mismo tiempo trabaja en posibilitar nuevas ayudas para que el campo malagueño mantenga su competitividad y viabilidad económica. Así, la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, indicaba este jueves que considera «insuficiente» la Orden de reducción de módulos del IRPF para los sectores agrícola y ganadero.

Agregó que el objetivo pasa por «evitar un perjuicio económico mayor a unos productores que el pasado año ya vivieron momentos muy complicados por el incremento de los costes de producción, así como los efectos de la guerra en Ucrania y de la sequía». Crespo manifestó que es necesario que se reduzcan los módulos del IRPF a nivel general y para todas las producciones andaluzas en un 50% para 2022: «No parece que esta primavera vaya a deparar más lluvias, pero así se podrá compensar parte de lo perdido».

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