¿Podremos reunirnos con la familia tras la segunda dosis de la vacuna? EE UU ya lo permite

¿Podremos reunirnos con la familia tras la segunda dosis de la vacuna? EE UU ya lo permite

¿Podremos reunirnos con la familia tras la segunda dosis de la vacuna? EE UU ya lo permite

Redacción

Es la pregunta que el mundo entero se hace cuando le ponen la segunda dosis de la vacuna: ¿Y ahora qué?

¿Ya puedo ir a ver a mi familia y amigos? ¿Ya no tengo que guardar distancia social? ¿Ya me puedo quitar la mascarilla?

Y aunque la respuesta no es sencilla ni para todo el mundo igual, sí que la realidad de hoy abre una puerta a la esperanza.

Sobre todo después del comunicado que han hecho esta mañana los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), una agencia del Departamento de Salud de los Estados Unidos, que permitía las visitas familiares de los ‘completamente vacunados’. Es decir, de quienes han recibido las dosis necesarias y han dejado pasar el tiempo previsto.

Esas personas podrán ir a visitar a sus familiares no vacunados, en su hogar, y siempre que no sean de riesgo y formen un solo núcleo familiar. Pero los podrán ver sin mascarilla ni distancia social.

La realidad americana la explicamos con más detalle más abajo. Y acabaremos viviendo algo igual, pero de momento nuestra situación todavía es más complicada

La segunda dosis de la vacuna no basta

Todos tenemos prisa por olvidarnos de la pandemia, pasar página y volver a la vida de antes. La de siempre. Pero las cosas no son tan sencillas. Y el desconocimiento que todavía tenemos sobre esta enfermedad y sus posibles mutaciones, aconseja tomarse las cosas con mucha calma.

Lo primero que no debemos olvidar es que la primera dosis de vacuna hay que tomársela como si no nos hubiesen puesto nada. La eficacia anunciada por cada una de las vacunas se refiere a una vez transcurrido el plazo necesario tras la segunda dosis. Nunca antes.

Por eso tras recibir la primera dosis debemos incrementar todo lo que podamos las medidas de protección. Es muy importante que no nos contagiemos en esos días para evitar la amenaza de mutaciones.

Y tras recibir la segunda dosis debemos saber que nuestro cuerpo tarda no menos de dos semanas en desarrollar una protección completa con las vacunas de Pfizer y Moderna. Y en el caso de la vacuna de Johnson & Johnson será mejor que esperemos hasta cuatro semanas.

Pero en ese momento, mientras la situación continúe como hasta ahora, las cosas tampoco van a cambiar todo lo que nos gustaría, y nuestra vida debería ser un poco más tranquila pero igual de prudente.

Hace demasiado poco tiempo que hemos comenzado con las vacunas se necesita más investigación para comprender la inmunidad que proporciona la vacuna y cuánto tiempo dura la protección.

Besos y abrazos deben esperar

Así que después de recibir la vacuna COVID-19, seguirá siendo importante mantener las precauciones de seguridad que estamos empleando ahora.

Todavía no ha llegado el momento de los besos y los abrazos. Debemos seguir evitando el contacto cercano con otras personas para prevenir la propagación del SARS-CoV-2 y sus funestas consecuencias.

Es más, aunque ya sabemos que la vacunación nos pone a salvo de padecer la enfermedad de una forma grave, no tenemos certezas sobre si después de vacunados podríamos infectarnos y contagiar la Covid-19 a otros, aunque nosotros no desarrollemos la enfermedad grave.

Así que mientras no sepamos más y tengamos los niveles de contagio actuales, una persona vacunada podría seguir siendo un riesgo para la salud de familiares y amigos no vacunados. Así que de momento es mejor mantener la distancia de seguridad, utilizar mascarilla y citarnos al aire libre, siempre que sea posible.

EE UU abre la mano

Los CDC americanos (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) emitieron hoy una guía largamente esperada para los estadounidenses que ya han recibido las dos dosis de la vacuna y han esperado el tiempo necesario para ser considerados “completamente vacunados”.

Y la noticia no puede ser mejor para esas personas, ya que los expertos han decidido darles un poquito de libertad y les permiten, sobre todo a los abuelos que tanto tiempo llevan sufriendo un duro aislamiento y, en algunos casos, hasta una cruel soledad, reunirse con familiares y amigos.

Es posible que estas medidas tengan también por objetivo animar a los ciudadanos a que se apunten a una vacunación masiva, y lo cierto es que son suficientemente atractivas, al permitir retomar el contacto con los seres queridos sin estrictas normas de precaución.

En casa, sin mascarilla ni distancia

Según los CDC, las personas completamente vacunadas contra el Covid-19 podrán tener reuniones en el interior de una casa con familiares que no sean de riesgo, aunque éstos no estén vacunados.

El mensaje es tan bueno como que los abuelos completamente vacunados pueden visitar a hijos adultos sanos (no vacunados) y a nietos también sanos y que no lleven una vida de riesgo, sin necesidad de llevar mascarilla ni mantener el distanciamiento físico.

Todo ello siempre que la visita se limite a personas convivientes en un núcleo familiar y en un solo hogar, y con la precaución de que sean personas con poca vida social.

Si quieren ver también a los vecinos o más personas, la reunión debe celebrarse al aire libre, con mascarilla y guardando la distancia social.

Estas recomendaciones de mayor libertad para los vacunados se circunscriben a EE UU y son posibles porque se encuentran en un momento de caída de los contagios y las muertes por el coronavirus. Y se mantendrán sólo mientras la incidencia continúe bajando.

La Dra. Rochelle P. Walensky, directora de los CDC, ha dicho que “Sabemos que las personas quieren vacunarse para poder volver a estar con las personas que quieren. Y hay algunas actividades en las que quienes ya estén completamente vacunados pueden volver de alguna manera a la normalidad. Pero sólo en la privacidad de sus propios hogares”.

Con precaución y sabiendo que todo puede cambiar en un momento. Porque no deja de existir el temor a que un relajamiento excesivo de las normas de precaución pueda conducir a una cuarta ola de contagios y muertes.

De ahí que, en el mismo mensaje, la directora de los CDC añade que todos, incluidos los que están vacunados, deben continuar manteniendo estrictamente las estrategias de precaución cuando se encuentren en entornos públicos».

Pero por lo que respecta a los vacunados, el comunicado de los CDC dice hoy que existe «un creciente cuerpo de evidencia» que sugiere que las personas que están completamente vacunadas tienen menos probabilidades de tener infecciones asintomáticas y «potencialmente menos probabilidades de transmitir la Covid-19 a otras personas».

Aun así, la agencia no descartó la posibilidad de que pudieran transmitir el virus sin darse cuenta.

Los consejos de los CDC

Por ir a lo concreto, y con sus propias palabras, dado el estado actual de la investigación los CDC aconsejaron:

• Los estadounidenses totalmente vacunados pueden reunirse en el interior de casas privadas en pequeños grupos, sin máscaras ni distancia.

Las personas vacunadas pueden reunirse en una residencia privada con personas no vacunadas de un solo hogar, que tengan bajo riesgo de desarrollar una enfermedad grave si contraen el coronavirus, también sin máscaras ni distanciamiento.

• Los estadounidenses vacunados no necesitan ponerse en cuarentena o hacerse la prueba si tienen una exposición conocida al virus, siempre y cuando no desarrollen síntomas de infección. Si desarrollan síntomas, deben aislarse, hacerse la prueba y hablar con su médico.

• En público, las personas vacunadas deben continuar con el uso de mascarillas, mantener la distancia social y tomar las precauciones habituales como evitar los espacios mal ventilados, cubrirse al toser y estornudar, lavarse las manos con frecuencia y seguir cualquier otro protocolo que exista.

• Las personas vacunadas deben continuar evitando reuniones grandes y medianas, aunque la agencia no habló de números y no sabemos qué es exactamente lo que considera una reunión “grande”.

Sobre los viajes, sin embargo, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades mantiene la recomendación de que no se hagan salvo que sea estrictamente necesario.