Los motivos por los que la variante Alpha del coronavirus se ha propagado tan rápido por el mundo

Los motivos por los que la variante Alpha del coronavirus se ha propagado tan rápido por el mundo

Los motivos por los que la variante Alpha del coronavirus se ha propagado tan rápido por el mundo

Sergio Nunez

Desde que en el mes de diciembre del pasado año 2020 hasta que se convirtió en predominante en más de un país de todo el mundo, la entonces conocida como cepa británica, ahora variante Alpha del coronavirus, tardó escasos meses en lograr «su objetivo».

Un éxito para el que los científicos han estado buscando respuestas desde el inicio de su secuenciación.

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Ahora, un estudio publicado recientemente demuestra cómo el sigilo con el que la cepa se mueve y se introduce en el sistema inmunológico human sería el motivo del éxito de la variante Alpha.

El estudioEvolución de la evasión inmunitaria innata mejorada por la variante del SRAS-CoV-2 B.1.1.7 del Reino Unido») ha sido llevado a cabo por el Cold Spring Harbor Laboratory, ubicado en la localidad de Laurel Hallow, en el estado de Nueva York, en Estados Unidos.

En esta investigación se ha podido demostrar la forma en que actúa la variante.

La primera aproximación a ese motivo de rápida propagación es por su capacidad de desactivar la primera línea de defensa inmunológica del organismo y logrando, con ello, mayor cantidad de tiempo para propagarse.

Y esa parece ser la clave.

La variante Alpha del coronavirus, según los estudios realizados por Gregory Towers, virólogo del University College London, produce en las células pulmonares una menor cantidad de interferón, proteína que se encarga de activar diferentes defensas inmunitarias.

Lo mismo pasa con un buen puñado de genes encargados de la defensa del organismo. El paso silencioso de esta cepa del coronavirus no los activa, impidiendo entonces su rápida actuación para nuestra defensa.

Es como si el virus se volviera invisible para nuestro organismo y las alarmas no saltaran para lanzar las defensas ante su ataque.

Pero hay más. El equipo científico también ha demostrado como con la variante Alpha es capaz de producir una gran cantidad de una proteína llamada Orf9b, que es la responsable de reducir aún más la respuesta de nuestro sistema inmunológico.

Esta Orf9b invadiría otras proteínas humanas, conocidas como Tom70, que están encargadas de lanzar el mensaje de alarma ante la entrada de un virus para que se produzca ese interferón que ayude a frenar su avance.

De ese modo la variante Alpha logra evitar cualquier posibilidad de respuesta inmune completa.

Esta característica, que reside en una de sus mutaciones, la hace aún más invisible para nuestro organismo.

La respuesta tardía ante la variante Alpha

Nuestro cuerpo, según el estudio, es capaz de desactivar la función de esas proteínas del virus después de doce horas de su entrada en el cuerpo del paciente infectado.

Ante esa situación de desamparo de nuestro organismo, esa desactivación de las alarmas y paso silencioso del virus, el sistema inmunológico de quienes se ven afectados por esta variante se produce mucho después que con otras cepas.

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Como consecuencia de esa respuesta tardía, y ante la situación de avance del virus, el organismo pone toda la carne en el asador para expulsarlo, generando una respuesta más violenta.

Por es motivo los pacientes infectados con la cepa Alpha del coronavirus acaban respondiendo con mayor cantidad de mucosidad cargada de virus, tanto en la nariz como en la boca, provocando que su propagación sea más notable.

Una situación preocupante que daría respuesta a los motivos que han llevado a que la variante Alpha del coronavirus sea la más contagiosa de cuantas han existido hasta la fecha.

Y es que, aunque se ha confirmado también que otras variantes como Delta y Beta desactivan la producción de interferón de un modo notable, no producen ese efecto de propagación de las proteínas Orf9b que apagan el segundo mecanismo de alarma de nuestro organismo.