El pasado día 16 de junio, la Policía de Vancouver, Canadá, recibió el aviso de un accidente de tráfico. Cuando llegaron al lugar de los hechos, una de las partes implicadas ya no estaba allí. Lo único que se sabía es que se trataba de un Porsche Cayenne blanco, pero no había más pistas para dar con el sospechoso.

Días más tarde llegó a las manos de la Policía un vídeo que le ayudó a atar cabos, como relata el portavoz del Departamento de Policía de Vancouver, Brian Montague. En dicho vídeo se aprecia cómo un conductor trata de aparcar su vehículo en un espacio de reducidas dimensiones. El Porsche en cuestión tiene la llanta delantera derecha destrozada, y pese a ello, el chofer insiste pese a que sus dotes al volante no parecen ser las más adecuadas para hacerlo: sus maniobras hacen que el coche termine mucho peor de lo que estaba.

Más tarde se ha conocido que quien pilotaba el todoterreno era un joven de 16 años que no poseía carné de conducir. Montague relata que "tuvo el accidente, entró en pánico y huyó."

"Si hubiera permanecido en el lugar, lo único a lo que se hubiera enfrentado es a una multa de 276 dólares por conducir sin licencia", cuenta Montague, "pero en vez de eso, se enfrenta a un montón de cargos por delitos contra la seguridad vial, como conducir sin permiso, darse a la fuga y conducir sin el debido cuidado".

El portavoz termina con una acertada observación: "además, destrozó el coche y el garaje. Veo difícil que ninguna aseguradora vaya a cubrir los gastos de reparación". Cabe recordar que el Porsche Cayenne alcanza precios por encima de los 70.000 euros.