El aeropuerto de Berlín Schönefeld vivió este martes una situación insólita. El personal evacuó la terminal D tras confundir un juguete sexual con un artefacto explosivo a través de la máquina de rayos X.

Fue el departamento de comunicación del aeropuerto quien confirmó a través de las redes sociales que habían cerrado la terminal para comprobar un equipaje sospechoso. Pero el desenlace del suceso fue de lo más inesperado: no era ninguna bomba, sino el vibrador de un pasajero.

Así lo confirmó el hombre, que ha preferido permanecer en el anonimato, a RT: "Me acerqué a un oficial de policía y le dije que tenía que revisar mi bolsa. Me preguntó mi nombre y me pidió el pasaporte. Después habló por su radio y varios policías me apuntaron con sus armas automáticas".

La situación se volvió aún más surrealista para el pasajero, quien aseguró que le llevaron a otra área y vio como un miembro del escuadrón de artefactos explosivos se acercaba lentamente a su bolsa totalmente protegido con un equipo especial.

"Después de 60 tensos minutos el agente se dio la vuelta riéndose. La granada de mano era en realidad un vibrador que mi novia y yo habíamos comprado dos semanas antes", explicó.