El presidente de la Comisión Europea, Jean-Cleaude Juncker salió el pasado jueves de una rueda de prensa de forma que soprendió a los asistentes. El incidente hizo que saltaran las alarmas sobre la salud del hombre de 63 años de edad. Durante la atención a los medios en la cumbre de la UE con Sudáfrica, el jefe del Ejecutivo europeo abandonó la sala durante unos minutos. Pero al poco tiempo, Juncker volvió a entrar durante el turno de preguntas.

El motivo de la inesperada salida no obedece a ninguna dolencia, ni nada relacionado con su salud. Una de sus asistentes se dio cuenta de que Juncker llevaba los zapatos, cada uno de un color distinto. Una anécdota que no ha tardado en hacerse viral en las redes sociales.

Alexander Winterstein, portavoz de la Comisión, respondió a las cuestiones sobre el estado de salud de Juncker, que el político estaba enfermo, por lo que no quería toser en aquel escenario."Estaba tosiendo y no quería toser al lado del presidente (Donald Tusk)". Aunque, a pesar de la afirmación de Winterstein, el presidente luxemburgués no tosió en ningún momento.

Esta ocasión no ha sido la primera en la que Juncker proagoniza un incidente similar. El pasado mes de julio, el político se comenzó a tambalear durante la foto de familia de los líderes de la OTAN en Bruselas.