En un cargo como el que ostenta el Papa Francisco, los besamanos están a la orden del día. Una figura como la suya tiene el deber de saludar y recibir a grandes multitudes. El protocolo en estos besamanos es claro y normalmente se sigue al pie de la letra.

Sin embargo, en esta ocasión, el pontífice ha tenido un extraño comportamiento. En el vídeo se puede apreciar como el Papa aparta la mano a los fieles que se postran a sus pies, evitando así que puedan besar su mano. En sus movimientos se puede apreciar cierto nerviosismo e incluso algunos de sus gestos resultan bruscos.