Australia sigue luchando contra los incendios forestales en plena ola de calor, que repunta desde este sábado. La capital, Canberra, ha elevado a "grave" su alerta por incendios en un día en que las temperaturas han aumentado hasta los 38ºC, mientras los bomberos intentan despejar las zonas más vulnerables al oeste y al sur de Sídney, la capital de Nueva Gales del Sur y la ciudad más poblada de Australia.

Y en mitad de la emergencia, han trascendido de nuevo imágenes que ilustran a la vez la gravedad de la amenaza para la biodiversidad del país y la capacidad del ser humano para tratar de aliviarla. Es lo que ha sucedido con un vídeo y diferentes fotografías publicadas en las redes sociales por un grupo de ciclistas que ofreció agua a un koala afectado por los fuegos y sediento con el que se toparon en su ruta.

Anna Heusler, la ciclista que atendió al animal, narró en Instagram su reacción. "Paré y caminó hacia mí, y cuando le ofrecí un agua de mis botellas, escaló por la bici", explicó la deportista, que comentó que nunca se había encontrado con una situación similar.

Temperaturas de hasta 43 grados

Se pronostica que el peligro de incendio aumentará a principios de la próxima semana a medida que las temperaturas alcancen los 43ºC en el oeste de la ciudad, según la Oficina de Meteorología.

Mientras, más de 70 incendios forestales permanecen activos este sábado en el estado de Nueva Gales del Sur, con más de 30 fuera de control, según ha informado el comisionado del Servicio de Bomberos Rurales del estado, Shane Fitzsimmons.

Un total de 34.000 kilómetros cuadrados, un área del tamaño de Bélgica, han ardido en todo el estado. Las llamas han arrasado más de 1.000 viviendas y nueve personas han muerto, incluidos dos bomberos voluntarios.