Una pareja dice por cuánto ha desayunado en Málaga y despierta la envidia del país: "Ridículo"

Disfrutar de una comida de calidad fuera de casa se ha convertido en uno de los mayores placeres que el ser humano puede tener en la actualidad. Pero si encima esto se consigue sin dejarse el sueldo en el intento, el gusto es incluso mayor. Un hito que ha logrado una pareja malagueña, que ha mostrado a través de sus redes sociales su sorpresa ante el sabor, la cantidad y, sobre todo, el precio, del desayuno del que han podido disfrutar en pleno corazón de Málaga.

"Me parece ridículo lo barato que es", han comentado a través de un vídeo publicado en su perfil 'Malagadictos', con el que han despertado la envidia de los usuarios al haber encontrado esta cafetería "buena, bonita y barata" en la que han desayunado por menos de 10 euros.

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Por menos de 10 euros

Tal y como relatan, en esta local han podido disfrutar de un café doble por 1,40 euros, así como de un pitufo mixto por 2,20 euros. Además, completaron el desayuno con una viena de jamón de pata asada por 3,50 euros, y churros a 0,50 euros la unidad: "Es un brunch malagueño de toda la vida. Málaga y sus cosas".

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El establecimiento que ha despertado la admiración y deseo de los usuarios es la Cafetería Los Valle, situada en la calle Cuarteles número 54, que este año ha cumplido su ochenta aniversario elaborando tejeringos de manera artesanal.

25 kilos de churros

Además, cuenta con pitufos y vienas de jamón de pata asada, así como una extensa oferta de comidas y bebidas.

"Hacemos casi 25 kilos de churro al día", explica en el vídeo Loli, una de las trabajadoras de la cafetería que, para los usuarios, hace "los mejores churos del mundo".

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National Geographic

La calidad de los productos de esta cafetería ha provocado que incluso National Geographic la haya destacado dentro de su ránking sobre las mejores churrerías del país, de la que asegura que sus tejeringos son "una de las meriendas más clásicas que Málaga puede ofrecer".

Esta tradicional cafetería lleva en la vida de los malagueños desde 1945, cuando la familia Valle, que ya va por la tercera generación, arrancó en su apuesta por hacer de estas masas fritas "su santo y seña".