Las reducciones inmediatas y drásticas de las emisiones de carbono (lo suficientemente agresivas como para cumplir con el Acuerdo de París sobre el Clima) son económicamente rentables si se tienen en cuenta los beneficios para la salud humana, según concluye una nueva investigación de la Universidad de Vermont (Estados Unidos) publicada en la revista 'Nature Communications'.

"Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero también reducirá las muertes por contaminación del aire. Estos 'beneficios colaterales' para la salud se consideran importantes, pero hasta ahora no se han incorporado plenamente en los análisis económicos mundiales sobre cuánto debería invertir el mundo en la acción contra el cambio climático", señala Mark Budolfson, coautor principal del trabajo, que se basa en el modelo climático 'RICE', desarrollado por el Premio Nobel de Economía William Nordhaus.

Al añadir la contaminación del aire a los modelos climáticos globales, Budolfson y sus colegas encuentran que económicamente, la política climática óptima sería más agresiva de lo que se pensaba anteriormente, y produciría beneficios netos inmediatos a nivel mundial. Según sus cálculos, los beneficios para la salud por sí solos podrían alcanzar "miles de millones de euros" en valor anualmente, dependiendo de las políticas de calidad del aire que adopten los países, para ayudar a compensar las inversiones en el clima.

"La conversación sobre el clima no tiene que ser sobre la generación actual invirtiendo en el futuro. Haciendo inversiones inteligentes en acción climática, podemos salvar vidas ahora a través de la mejora de la calidad del aire y la salud", insiste Budolfson.

Los investigadores consideraron los costes y beneficios de las emisiones contaminantes del aire, que producen aerosoles. Los aerosoles nunca se han incorporado completamente a este tipo de modelado, y son importantes por dos razones. La contaminación por aerosoles empeora la salud humana, pero también actúan para enfriar la Tierra, contrarrestando parte del calentamiento generado por los gases de efecto invernadero.

Al tener en cuenta estos beneficios y daños adicionales, los investigadores identificaron una política climática que traería beneficios netos inmediatos a nivel mundial, tanto en términos de salud como económicos. Los mayores beneficios para la salud a corto plazo se encuentran en China e India, que se enfrentan a una de las tasas de mortalidad por contaminación atmosférica más elevadas.

Los investigadores aseguran que los grandes esfuerzos necesarios para limitar el aumento de la temperatura global a 2 grados, recogido en los Acuerdos de París, son "económicamente defendibles". "Los beneficios para la salud comienzan inmediatamente, se producen cerca de donde se reducen las emisiones y se acumulan principalmente en las regiones en desarrollo con menos responsabilidad histórica por el cambio climático", detalla Marc Fleurbaey, de la Universidad de Princeton (Estados Unidos).