El carnaval se creó en la calle y en la calle Momo creó su murga para hacer las delicias de todos, con su humor crítico, picaruelo, guasón e histriónico, cantando las coplas más atrevidas a pie de acera a todo aquel que se acercaba a escucharlo. De su garganta salían desde la crítica más acida a los gobernantes del momento, a la más bella poesía jamás escrita. También la burla más atrevida hasta el punto de que el público se reía tanto que se iba a casa con dolor en las mejillas de tanta carcajada. Por eso, las agrupaciones que hacen sólo carnaval en la calle no soportan el peso del concurso y sólo anhelan alcanzar el premio de ver disfrutar a un público entregado con sus coplillas, son los herederos más directos de esa murga que creo Momo para deleite de todos.

¡Ay, Momo! Eres tan perverso y tan maquiavélico que no te satisfacía solo cantar en la calle, te aburrías, evolucionaste tanto que creaste una competición, un concurso, para así ver tu creación pagana hecha euforia, rivalidad y fanatismo ¡bendito seas! Bendito seas porque ese plan que trazaste fue tan perfecto, que hoy somos miles los seguidores de la fiesta que hiciste a tu imagen y semejanza. Y da igual que sea en la calle con dos coloretes pintados en la cara o subido en las tablas del teatro lleno de atrezzo, forillos, maquillajes y figurantes, todo ello es carnaval. Todo esto es tu creación, y como no te conformabas con la murga creaste el cuarteto pero querías mas gente e inventaste al coro y aquella noche que estabas melancólico e inspirado nos distes la comparsa, ¡ay" la 'Comparsa Maestro' esa noche me enamore de ella, me la pusiste en mis brazos y me dijiste 'Bésame' y yo, como no, te bese y caí en tus redes hasta el fin de mis días.