Ni una sola entrada y ni un solo alfiler solo podía significar que se avecinaba una gran noche para el carnaval de nuestra ciudad. Y efectivamente, así fue. Un duelo en las alturas en la modalidad de comparsa fue el hilo conductor de una preliminar memorable. Muchísima inteligencia a la hora concursar y poesía llenas de mensaje para el absoluto disfrute del aficionado, marcaron el devenir de un domingo que fue festivo, nunca mejor dicho.

Desde San Roque nos llegó la murga Los duros de pelar, un grupo bien trabajado con una magnífica mejoría con respecto al año pasado. La modalidad de murga se está poniendo bastante difícil para el jurado a la hora del corte para semifinales. Benditos problemas. La murga, con el soniquete clásico gaditano conectó bien con el público en la presentación con varios golpes visuales. Bonito segundo pasodoble a las mujeres que luchan contra la lacra del cáncer. Un segundo cuplé resultón y un popurrí con buenos golpes demostraron un buen trabajo de ensayos y honradez sobre el escenario.

Por el contrario, desde Benamejí, nos vino la murga ¿Tú te lo comías? Con un repertorio firmado por Espronceda, Bécquer o el mismísimo Pablo Neruda. Un conjunto de metáforas a distintas hortalizas y a moluscos de concha dura regaban todo el repertorio. Humor trasnochado actualmente. En cambio, Adiós don Pepito hola don José, de la capital cordobesa, volvió a demostrar y van unas cuantas en las clasificatorias, el alto nivel cordobés en cuanto a agrupaciones de carnaval. Unos tiesos a los que les acaban de tocar la lotería. Buena idea aunque no del todo desarrollada en el repertorio. Gustó su popurrí. Grupo a tener en cuenta para el corte a semifinales.

Volvió la murga de Alberto Zumaquero y Manu Robles tras un año de descanso de forma notable. Niño€ lo que yo te diga. Unos entrenadores de fútbol base que inculcan unos valores poco deportivos. La presentación con numerosos pegotes nos lleva al típico campo de fútbol base de nuestros barrios. Un primer pasodoble de presentación clásico. El segundo mejor, a los feos sucesos que suelen pasar desgraciadamente en los campos del fútbol humilde. Una tanda de cuplés buena para preliminares y un estribillo puntero, dejan paso a lo más fuerte del repertorio, el popurrí. Genial. Bien rematado en todas sus cuartetas y con músicas cómplices al espectador. En todo momento al tipo y con un final hermoso de pellizco. Sí observamos numerosas imprecisiones en la ejecución del repertorio, tal vez la hora o los nervios y resulta raro ciertos desafines en una murga tan cuidada en lo musical. Nada grave que no empaña una divertidísima actuación que arrancó grandes carcajadas. Estarán arriba.

La comparsa de Algeciras Los Especiales, paso sin pena ni gloria por el teatro. Unos bodegueros con un repertorio digno. Comentábamos que el nivel del concurso había subido bastante con respecto a años anteriores. No hemos tenido grupos que no se tomaran en serio al respetable. Una autentica alegría para todos. Un buen segundo pasodoble al Padre Arnaiz destacó en el repertorio. Agradecidos por su participación

Con la autoría de Máximo Gómez en letra y Juani Bermúdez en música, la modalidad de comparsa alcanzó uno de sus clímax en el concurso. Al pasar la barca me dijo el barquero, el hijo del mito de la mitología griega, Caronte, heredaba el puesto en su ardua tarea de acompañar a las almas al inframundo. Con un toque canalla en la presentación para hacernos más fácil el cruce del Estigia. Poco que añadir en cuanto a voces. Actuación perfecta. Compactas y reconocibles. En cuanto a música, a ratos se sale del convencionalismo carnavalero dotando de modernidad al conjunto. El canto a capela aparece en determinadas fases del pasodoble con un trío de vellito. Dos bombas lanzadas por cañones de gran calibre fueron sus dos pasodobles. Una historia de amor entre dos mujeres y la soledad y una charla cara a cara con Pablo Ráez, el joven que luchó contra la leucemia levantaron a todo el patio de butacas. Buenos cuplés. Con toque malagueño en letras conducen a un excelente estribillo. Popurrí con una densidad de letra de análisis. De hacer de pensar. Genial para estos tiempos de lírica barata. En algunos momentos se puede producir una desconexión si el espectador no se entrega al mensaje. Un acróstico final nos conduce al sentimiento universal. Amor. Preparo mis monedas para estos barqueros que lucharán por todo.

Defendía primer premio David Santiago con Los reyes y qué manera de defenderlo. Un mensaje muy vitalista y cargado de buen rollo cantado por unos náufragos reyes de su isla. La puesta en escena impacta. Espectacular, destacando una luz que recuerda a esos domingos en nuestras playas. Con su farola. Presentación alegre y con un registro de voces primoroso. Interpretación de 10 con un Rubén Tejada crecidísimo sobre el escenario. Gran transmisión. El grupo se lo cree. Disfruta. La música de los pasodobles, de Juan Carlós Aragón tiene una magnífica estructura y compás, haciéndolo muy agradable y entendible al oído. De aprenderse pasodobles. Algo tan poco usual por nuestra tierra. El primero clásico de presentación regado de buena poesía. El segundo con un enfoque distinto a la temática de pablo Ráez, pero enfocada en la solidaridad de los donantes. David hace reír en los cuplés. Excelente el primero. Buen estribillo. Un popurrí donde destacan los coros cómplices de la orquesta en una brillante cuarteta. Un producto muy redondo donde destaca la felicidad. Un mensaje final apoteósico. La sensación es de quedarte con ganas de más. Aparcada la defensa del título por intentar revalidarlo.

Coda. Gracias. Vamos a tener un Cervantes con cuatro finales. Que espectáculo Momo.