Cinco grupos más una excelente murga infantil fueron los que pisaron las tablas del Alameda con suerte dispar. La sesión fue corta en todos los aspectos. Haciendo difícil incluso poder narrar en esta crónica lo vivido. Tuvimos la suerte de vivir esos momentos por lo que tantas horas de trabajo son recompensadas, la denominada murga mala que acabas destrozado de la risa por lo absurdo de la situación. Comencemos pues.

De la Línea nos llegaban los murguistas de ¡Que vienen los niños! Unos padres esperando el parto de su señora. Este parto se produjo en la presentación siendo múltiple. La señora repartió niños a todos los integrantes de la murga que se dedicaron a cuidarlo en todo el repertorio. Un Pasodoble en contra del maltrato nos condujo a una tanda de cuplés floja. Acabando con un popurrí poco destacable. Poco más puedo añadir. Donde no hay mata no crece patata.

Llegó el momento que todos los años espero con deseo. Mi día de reyes magos carnavalero. Se hizo esperar este año bastante. En la antepenúltima clasificatoria apareció la denominada murga freak. Este año nos salimos de la órbita, de sistema solar. Lo primero que le viene a uno a la mente es ese primer día de ensayo en su local de Aguilar cuando el autor les dice que van a ir de los planetas, no el grupo musical granadino, si no de cuerpos celestes. Un repertorio cuajado de dadaísmo, de cubismo con muchas referencias a Plutón que ellos en contra de la comunidad científica lo consideran planeta. Disfruté como un niño chico con un coki recién comprado. Venus resultaba resultona y la cuarteta de es hijo de Plutón el que no bote se quedará para el imaginario colectivo. Tras la murga, uno piensa en la mala suerte de que la Inquisición no hubiese quemado a Copérnico y a todo aquel que descubría astros y planetas. Nunca, nunca nos faltéis. Mil gracias.

Todas las esperanzas de salvar la noche estaban puestas en la murga del Benji, Los secos del Rocío. El camino al Rocío 2016 se recuerda como unos de los peores debido a las intensas lluvias por un temporal que sufrieron las provincias occidentales de Andalucía. Un audio de un informativo narrando lo acontecido nos da paso a unos rocieros de una hermandad con barro hasta las orejas y atrapados por cualquier camino marismeño. Bien logrado el efecto del barro. La presentación bien interpretada con algunos pegotes. En el primer pasodoble nos cuentan que saben el mal rato que pasaron los rocieros asemejándolos cuando ellos lo pasan mal con la lluvia en sus cofradías, pero esto es carnaval. El carnaval no tiene límites. En cada uno está no ofender u ofenderse o aplaudir o si no le gusta no hacerlo. Pienso que nunca hay que justificar nada. Mi opinión claro. La música de pasodoble es muy buena. Este grupo nos tiene acostumbrado a sacar cuplés muy originales punteros y el que no arriesga no gana, pero también puede perder. Patinazo en letra en el primero que deja mala sensación porque sufrimos viendo al grupo así y esto lastró la tanda de los cuplés que pasará factura en un concurso tan apretado. Afortunadamente estos grandes murguistas se asentaron y nos regalaron un buen popurrí remontando notablemente su actuación con buenas cuartetas y un final de popurrí como nos tienen acostumbrado, de pellizco y bellísima música. Todo en manos del jurado.

De Encinas Reales nos vino la comparsa El reino de Cronos. Unos relojeros con una presentación larga. Un pasodoble a los profesores de escaso valor literario donde el contralto naufraga repetidamente. Un popurrí en que todo parece una cuarteta. Pocos mimbres y poco más que contar.

Mi compañero de otro medio de comunicación Jose Moreno, me hizo un símil sobre la comparsa de Pino que se lo compro. Le recordó al Málaga. Buenas agrupaciones rondando entrar en la final y cuando parece que la cosa cuaja algún golpe de mala suerte aparece. En este caso se pasaron de tiempo. Restará puntos. Pocos, pero como está la cosa pueden ser decisivos. Y es una pena porque estamos ante la mejor comparsa del autor y grupo. El cajonazo nos trae a unos sastres de fantasía. Tipo colorido que transmite positividad. Hermosa presentación y puesta en escena. El grupo canta genial todo el repertorio. La música de pasodoble es de categoría con un compás al final de pellizco. El primero a la figura de Miguel Ángel Crespo, presidente y sastre, recientemente fallecido que levantó al patio de butacas. Buenos cuplés y un buen estribillo corto y efectivo. Inteligente ese estribillo que hay algunos de comparsas más largo que el propio cuplé. El popurrí es muy bueno y deja verlo con una sonrisa en los labios, aunque parece que sobra alguna estrofa de la última cuarteta que se antoja repetitiva. Una pena esa sanción. Aun así enhorabuena por la gran comparsa

Coda. Acabar acostado a buena hora en carnaval era lo impensable hace años. Pasa como la Semana Santa, cada vez buscamos horarios mejores. Y a mí lo que me da es pena de que las preliminares, lo mejor del concurso, acaben. Momo frena el tiempo.