Dicen los más puristas y entendidos que el carnaval de verdad es aquel que explota y se vive en la calle. La semana pasada y tras el pregón de Dede Cortés, la fiesta del invierno cálido tomaba el centro histórico de una forma auténtica, seguramente los expertos carnavaleros tildaron esta primera noche como una noche carnavalera de pro. El domingo las inclemencias del tiempo no dejaron que se llevaran a cabo todas las actividades que la Fundación Ciudadana del Carnaval había programado pero durante toda esta semana las coplas han sonado en la Plaza de la Constitución cada tarde noche.

Como colofón a este programa ayer se vivía una de las jornadas más intensas de la fiesta de Don Carnal. La Plaza de la Constitución fue tomada por los más pequeños, una exposición y entrega de premio del concurso de dibujo abría la mañana para que después las comparsas y murgas infantiles actuaran ante una plaza repleta. El buen tiempo permitió que el papelillo, la máscara y las coplas hicieran de éste un sábado de carnaval redondo. Regueros de gente durante toda la tarde que se agolpaban en forma de corros alrededor de las muchas agrupaciones que desde primera hora cantaban en el centro. «Hemos visto en el periódico que este año empezaba todo antes y nos hemos venido, no tenemos posibilidad por cuestión de trabajo de ir al teatro así que ésta es una posibilidad maravillosa para disfrutar de las murgas y comparsas», señaló Pilar Hita, una malagueña que ayer como otros miles disfrutó del carnaval en la calle.

Sobre las seis de la tarde partía el desfile de dioses y grupos de animación y en torno a las ocho se llevaba a cabo una de las actividades estrella del carnaval de Málaga: la Batalla de las Flores. Esta batalla que se celebraba a principios de siglo y que fue recuperada por la Fundación volvió a celebrarse en una espectacular pasarela que recorría la calle Larios y la cual se llenó de luz y color con los actores que componen el carnaval. En su desfile, los grupos finalistas del Concurso de Canto la recorrieron lanzando papelillos y flores. Inundaron de confeti y serpentinas la vía principal del casco histórico. Una estampa indescriptible que demostró que ésta es la fiesta de la sonrisa y la diversión.

Una vez concluyó este espectáculo el escenario ubicado en la plaza de la Constitución revivía una de las noches más apasionantes del carnaval de este año, la Final en la Plaza. Las doce agrupaciones finalistas volvieron a interpretar sus repertorios, aunque en esta ocasión los espectadores se multiplicaron por miles. Un ambiente único donde la copla se convirtió en la auténtica protagonista. Y no sólo en el escenario de la plaza, sino que a medida que avanzaba la noche cuartetos, murgas y comparsas se buscaron un rinconcito en las diferentes calles del centro para cantar a Málaga. No faltaron la murga de Zumaquero, Pariente, Pedro Vera o la ilegal de José María Valenzuela. También los grupos de Kara, el Pino y Arroyo.

No sólo en la calle se vivió la fiesta. Una veintena de bares y discotecas se sumaron a la iniciativa #Yomedisfrazo y organizaron sus fiestas. Fueron muchos los jóvenes malagueños que participaron y se animaron a disfrazarse. Y como todo tiene un final, hoy toca la despedida. El Entierro del Boquerón hasta la Malagueta dirá adiós al disfraz hasta el año que viene, si Dios Momo lo permite.