Hemos vivido una segunda y tercera fase de este COAC donde hemos podido comprobar que nuestro Gran Teatro impone, e impone mucho. Y lo mismo que impone, hace que el carnavalero con experiencia se crezca y se lo crea. Que se sienta un dios. Es lo que tiene. Te lo da o te lo quita todo en un santiamén. Bendición o maldición. Inevitable. Ese es nuestro Cervantes.

Y es que hemos visto a la comparsa Pisando Fuerte hacerse pequeña y demostrar que el pase le venía largo. Vimos a una Letizia evidenciar más sus problemas de afinación, pero también pudimos agradecerle ese tipo de humor que tanto necesitamos. Vimos la decadencia de Los Barrios o el asentamiento armonioso de la comparsa malagueña Imagina Que€

También fuimos testigos de cómo una comparsa que creó buena expectativa, El Péndulo, al llegar al Cervantes era engullida por su grandeza. Vimos cómo nos seguían trayendo nivel desde Chunganistán o como disfrutábamos de la afinación impoluta de los de Rute con sus Ennortaos.

Disfrutamos muchísimo, y nos alegramos, de ver la calidad de la comparsa de Almería Los Indomables, qué grupo más bonito. Nos encandiló con su humor de doble sentido la murga de San Pedro, los narcos con mucho sueño que nos demostraron que no hace falta ser soez para hacer gracia. Nos sorprendimos por las cualidades vocales del comparsón que nos vino de Almería con El Renacido o la alegrísima sorpresa de ver un destello de buenas murgas en la cantera de nuestra ciudad con Constantino el Tiroriro, que en años posteriores darán que hablar.

Y en la última sesión de semifinales no tuvimos más que enamorarnos del soniquete de la comparsa de Algeciras Los Perdidos y la música de su presentación. Disfrutamos como niños chicos, y nunca mejor dicho, al ver al cajonazo de este COAC. Los leones con su murga del futuro y€ Que ya no son futuro ni mucho menos. Vimos a Pepe León en las tablas de nuevo€ ¿Qué más queréis? Vimos el compromiso real, el que hay que tener, con la cantera, pidiendo que nos metamos en los colegios, que a la savia nueva hay que buscarla. Ahora toca ser consecuente con esa letra. Y acabamos las semifinales con unos clicks de Playmobil cuya afinación es de estudio: qué bonito suenan.

Y llegó la final. La noche más bonita que tiene el Carnaval de Málaga. Qué nivel tuvimos. Qué ambiente en el teatro, cómo rugía el gallinero. Al comienzo, con Pariente donde todo el repertorio era a Málaga, con fina ironía y humor a raudales. Le siguió la comparsa del Perchel, con el tipo más arriesgado de los últimos tiempos y cantando por derecho. El chino, el ingenioso chino, nos regaló una final de la calidad que él y su grupo merecen. De cabo a rabo ironía y calidad. Maxi nos dio a todos los aficionados dos pasodobles de los de enmarcar. De los suyos. De los de marca de la casa. ¿Y el cuarteto? Ay el cuarteto. El mejor repertorio de humor de largo de muchísimos años desde€ Este cuarteto es un misterio.

Después del descanso los miarma de Godoy. Si es que da igual incluso que masquen el primer pasodoble de forma tremenda. Nos han regalado un repertorio de los de antología, y una idea fantástica que en la calle va a calar desde el primer día. Vimos a unos pescaítos que da gloria verlos cómo cantan, y da gloria verlos comprometerse con algo tan nuestro y tan necesario como el Materno. Pasodoble de los necesarios. También pudimos ver a San Andrés hacer un pase de final más que digno, incluyendo un buen pasodoble a la violencia de género. Premiado por cierto. ¿Y qué más queréis en una final, si encima vemos a Ginés en las tablas? Ginés que nos regala una comparsa que siempre suena igual de bien, da igual los componentes que tengan. Qué maravilla cómo suena el grupo y qué pasodoble a Anselmo, el farreo de la desbandá, rescatando personajes olvidados que tanto hicieron en su día. Casi terminamos con la Murga de Roquetas, que nos recuerdan que el tenor se puede llevar alto de afinación y no sonar chillados. Ay su 'pápa'. Y la guinda a la noche la puso, de nuevo, Godoy con su comparsa y el pasodoble a los artesanos de nuestro carnaval, verdadero corazón y motor de nuestra fiesta y que nunca han sido reconocidos como se merecen€ Hasta anoche.

En definitiva, un COAC que nos deja una sensación de subida de nivel. Ojalá esto se convierta en una tónica y no en un reclamo para vender nuestra fiesta, que nos gusta mucho utilizar la valía de otros para usarla en nuestro beneficio. Este cronista se despide, acaba una etapa. Dos años intensos donde se ha vivido de todo. Se han destapado muchos, se han quitado muchas caretas y se han pintado muchas caras. Es decir: trabajo realizado. Ese es el carnaval que tenéis, disfrutadlo. Gracias Momo por todo, cuando quieras otro café solo tienes que meterte en mis sueños.