El Carnaval de Málaga levanta pasiones. Y eso es desde siempre. Hay algunos que viven el concurso a un nivel tan intenso que se lo llevan al terreno personal. Lo cierto es que la idiosincrasia de la fiesta ha tenido en sus cuarenta años de vida una premisa familiar muy importante. Y cuando se trata de algo tan tuyo, pues nos dejamos la piel en ello. El domingo el Centro Cultural de Ollerías sintió y vivió esa pasión. La sesión la abría la comparsa infantil "Ojeras de Aprendiz", qué maravilla de cantera y qué bien cantado todo su repertorio. Estaría genial que pudieran tener su propio concurso.

La categoría adulta la inauguraba los niños de Pepe León. Ahí es nada. Los hijos de uno de los murguistas más grandes que ha tenido esta fiesta se presentaban de nuevo al concurso con una apuesta muy vistosa y divertida. "Los Lions Brothers", unos primos hermanos muy especiales de los Jackson Five amantes del Funky y la música disco. Tras una presentación, en la que la música y el baile fueron los protagonistas, el público termino en pie ovacionándoles. Destacaron los pasodobles con una bonita música y una segunda letra reivindicativa. El popurrí se convirtió en un espectáculo y antes de que terminaran, de nuevo el patio de butacas ya estaba en pie.

Desde Peñarroya llegaba de nuevo la comparsa "La Despedida", con un tipo de enterradores que intentaron hacerse un hueco para el pase de semifinales en el Cervantes. El grupo tuvo bastantes problemas de afinación y lo tétrico del personaje tampoco ayudó mucho a la actuación de esta comparsa que cantó con el teatro prácticamente vacío.

Tras el descanso actuó la comparsa de Pino, este año, esta agrupación ya fija, del concurso traía letras del autor Félix Godoy. "Un malagueño cualquiera" fue una apuesta sencilla con un personaje muy local: un paseo marítimo y un malaguita cantándole a su ciudad. Pino y su grupo dejaron al respetable con un buen sabor de boca.

Y tras la actuación de la comparsa de Churriana llegó la sorpresa de la noche. La murga de Málaga "Los Malagüita" presentaron en el CCP un personaje muy malagueño y muy bien interpretado. Con un repertorio cargado de buenos golpes de humor jugando mucho con la ironía y con las cosas cotidianas de Málaga. Un acierto en todos los sentidos. Dos buenos cuplés con un gran estribillo y un popurrí que hizo las delicias del público. Se metieron al respetable en el bolsillo desde el primer momento y hay muy buenos augurios para esta murga.

Cerró la sesión una comparsa femenina de La Línea de la Concepción, "Locos Recuerdos" interpretó su repertorio con un patio de butacas sin apenas público y con algunos fallos en la afinación.