Las amenazas no son buenas. Cada uno tiene que intentar hacer su carnaval de la mejor manera posible, porque en el ámbito carnavalero, como en todos, también hay injusticias, pero este no es el caso. Más si cabe cuando tu andadura dentro de la fiesta acaba de empezar. La labor de la comparsa juvenil es maravillosa, van por un buen camino creando cantera y formando a los que serán los próximos 'crack' del punteo y de la caja, pero en el carnaval de Málaga existe una laguna importante en categorías infantiles. Compitiendo con los adultos es imposible de valorar. Quizás ya sea hora de que los directivos se pongan las pilas y se cree un concurso para ellos, puede ser que existiendo se animen más adolescentes y en lugar de una comparsa juvenil haya unas cuantas. Todo se andará y seguro que llegará, mientras tanto por favor no nos faltéis.

El Reino y La Escuela de Taratachin fueron las dos agrupaciones que abrieron la cuarta y última semifinal. Una noche en la que hubo de todo y en la que se conocieron los nombres de los que estarán en la Gran Final. Hay una sensación de que todo ha pasado demasiado rápido, que el concurso ha sido más corto, sea como sea el sábado el COAC 2020 pasará a los anales de la historia y nos quedara por delante un carnaval de calle épico. Y ahí ya no hay ni cuchillos largos ni presión, ahí sólo hay risas y diversión.

La competición la estrenaba la comparsa Incantare, esta agrupación revalido el buen pase de preliminares y se marcaron una gran actuación. En pasodobles, mucho mejor el segundo que el primero, una crítica a esa parte de la ciudadanía que en las últimas elecciones andaluzas se levantaron a favor de la ultraderecha. Buena letra y buena interpretación. Cuplés de comparsa. Concluyeron con uno de los popurrís a la ciudad más bonitos del concurso. Las veremos en la calle.

La murga del Chino se hizo grande en el Cervantes y cerró una gran actuación. Por ello sorprendió y bastante que no estén el viernes en la batalla final. Lanzaron dos buenos pasodobles graciosos y con ironía. Lo mejor de su pase los cuplés, uno a la isla de las tentaciones y otro al ex entrenador del Málaga.

Tras el descanso llegaba uno de los platos fuertes de la noche. La comparsa El Cantón de Málaga presentaban sus credenciales para colarse por derecho en la final. Lo consiguieron, era una de las claras en las quinielas. Su tanda de pasodobles no decepcionó, el primero a aquellos que con sus políticas de derechas quieren acallar al coplero y el segundo a la madre, en una comparación con las vírgenes de la ciudad. Cuplés simpáticos que daban pie a un popurrí que fue una vez más muy aplaudido. Un comparsón que cerró un gran pase a semifinal, eso sí a veces la potencia les llevó a algún descontrol vocal. Por fín pudimos ver el gran despliegue de la puesta en escena, una vez más Luis Bermúdez se cubre de gloria y hace realidad un forillo impresionante. Seguro que estarán en lo más alto.

Y en el no parar de una sesión de despedida, Pariente y sus padres playeros aparecían en el escenario con ya una puesta en escena completa, y tras esa muralla tan popular de la playa de Huelin. El grupo de Pariente, ahora ya sí con Buba, ponían el teatro bocabajo. Ironía y sarcasmo en ambos pasodobles donde no faltó ni la guasa pero tampoco la crítica. Mucho mejor el segundo y ese cántico a los 40 años del Carnaval: "Y a pesar de los pesares, los carnavales son inmortales". Buena la tanda de cuplés, más destacable el segundo sobre las obras del metro y los restos allí encontrados. Popurrí de categoría. A la final del tirón y con un run run importante de que optarán al dorado.

La comparsa El Alcalde desde Granada, bien cantada, realizaron un pase digno. No había muchas pretensiones con este grupo ya que son repertorios bastantes planos de mensaje. Su recorrido en el Coac no ha ido a más. La murga de Estepona gusto en preliminares y se esperaba mucho más de ellos, desfortunado segundo pasodoble que luego intentaron arreglar con la tanda de cuplés que no fue tan mal. Aún así no consiguieron convencer. Os esperamos el año que viene y por supuesto en la calle.

Noche de cuchillos largos por excelencia, noche de corazones a mil por hora, de llantos de alegría y también de pena y de rabia. Pero esto, esto es sólo un concurso.