El Carnaval de Málaga llegó a su fin. Desde que el pasado 31 de enero arrancara el Concurso de Agrupaciones de Canto este domingo se puso el broche final a un año muy especial. La fiesta del invierno cálido cumplía cuarenta años y había que celebrarlo por todo lo alto. Y así ha sido. El carnaval más largo de los últimos años ha cerrado una edición histórica.

Este pasado fin de semana de nuevo, y tras más de quince días de carnaval en la calle, el disfraz y las coplas han arramblado por completo con el casco histórico de la capital. El sábado se vivía una de las jornadas más intensas, desde la primera hora de la tarde ya había agrupaciones entonando sus repertorios en las calles. Una de las murgas que más disfrutaron de este carnaval callejero fue la murga de Los Zarbori que a las cinco de la tarde ya estaban en calle Granada haciéndoselo pasar bien al público. Tras el desfile llegaba uno de los momentos más esperados de cada año, la popular Batalla de las Flores. Miles de papelillos tomaron la calle Larios y la Constitución. La Final en la calle revivió la noche de los cuchillos largos del concurso, pero esta vez en el escenario central.

Y siguieron sonando las coplas hasta la madrugada. Comparsas, murgas y cuartetos aprovecharon la última noche para disparar en forma de copla toda la artillería que han preparado durante meses. El domingo de piñata arrancaba, con caras de resaca y con el concurso de coplas. Mejor presentación, mejor pasodoble a Málaga y mejor popurrí. Y una vez entregados los premios se repartieron los tradicionales cartuchos de boquerones. Miles de malagueños asistieron a La Boqueroná, donde pudieron degustar del típico boquerón malagueño y de las agrupaciones de canto.

Sobre las cinco de la tarde partía desde la Constitución el cortejo fúnebre para quemar al boquerón en la playa de la Malagueta. Este año dedicado a los cuarenta años de la fiesta. En un ambiente festivo, aunque con alguna cara de pena, el carnaval se despidió hasta el próximo febrero.