COAC de Málaga 2023

El teatro baila con el ritmo cubano de 'Los Leones' y se sorprende con una comparsa en lengua de signos

La quinta jornada de preliminares del COAC de Málaga se convierte en una muestra de la fusión entre generaciones y apunta un altísimo nivel en las murgas

Ana Barranco

Ana Barranco

Tener la suerte de ver de cerca el escenario, sea en directo o por televisión, es una oportunidad para fijarse en algunos detalles que de otra forma podrían ser menos llamativos. Mientras los oídos prestan atención a los versos de un pasodoble, la mirada revolotea... y ahí está. En algunas ocasiones, los copleros que están sobre las tablas echan la mano a buscar un hombro en el que agarrarse, mientras que los empeines de sus pies dejan durante un "nanosegundo en el metaverso" de estar apoyados. 

Imagino que ese momento responde al ímpetu con el que nos regalan sus coplas, una intensidad que a veces les hace perder un poco el centro de gravedad. La quinta jornada de preliminares dejó a un público devorado por las agrupaciones, un anfiteatro que en ocasiones también perdió el equilibrio al levantarse de sus butacas a aplaudir un espectáculo traído por malagueños, onubenses, granaínos y gaditanos. 

El comienzo de la noche corrió a cargo del cuarteto infantil dirigido por Luci López. De nuevo una agrupación de canteranos volvió a dar la talla en una interpretación moderna de lo que ha ocurrido siempre, una madre que dice aquello de "¿A qué voy yo y lo encuentro?" En esta ocasión eran el móvil y el cargador, la cartera y las llaves las que daban el aviso: 'Estamos perdidos'

Con su repertorio estos copleros lo dejaron bien claro, con más razón estando ya en el mes de los coloretes: "Si me buscas por febrero, deja que te recuerde que no me vas a encontrar porque el Carnaval es que me pierde". Un móvil sin batería con el mejor de los fondos, 'Eterno Febrero', el calendario fotográfico que, en redes sociales, anunció durante enero la llegada de la fiesta y una coplilla dedicada a las chucherías se hizo evidente lo que cantaron: "Somos cosas pérdidas, pero la vergüenza yo no la he encontrado". 

Comparsa Los Indispensables

Comparsa Los Indispensables / Fundación Carnaval

Una intérprete de lengua de signos muy expresiva

Granada pisó con decisión el escenario y lo hizo gracias a los carnavaleros de la comparsa 'Los indispensables'. La agrupación trasladó al patio de butacas a una fábrica para defender que "mientras haya currantes, este mundo está en marcha". Los granaínos narraron un primer pasodoble que dedicaron a vivir el momento y que dejó con muy buen sabor de boca al público: "La muerte yo voy a enfrentarla con los pies desgastados y con una sonrisa en la cara". Los cuplés tampoco dejaron 'la miel en los labios', al igual que el popurrí compuesto de versos cálidos a la vez que críticos con 'los de arriba'. 

Sin duda que llevasen una intérprete de lengua de signos que tradujera sus coplas fue un absoluto acierto. Como lo hicieron los carnavaleros, transmitió con pasión el significado de "está vez no tengo miedo a represalias aunque yo pierda el aguijón". Chapó. 

Murga Los de la acera de enfrente

Murga Los de la cera de enfrente / Fundación Carnaval

No con un casco de albañil, pero si con unas babuchas aparecieron en el escenario los de la murga 'Los de la cera de enfrente'. Centro de Málaga, el reloj marca las ocho y media, en un día, como era de esperar, de cielos despejados: "Amanece y este bordillo no hay quién lo empiece". 

La agrupación malagueña formada en esta edición del certamen de coplas por "motoabuelos" fue imparable, una demostración de que la fusión entre generaciones puede resultar en un pedazo de espectáculo. Su estribillo está para usarlo como politono del móvil, si es que estuviésemos en la época del Nokia y no en la del smartphone. Merece la pena: "La torre de La Manquita yo la acabo en cuatro días, igual que las obras del metro si son dos o tres tonterías. Y para ver en primera al Málaga por un día, pa eso como los gatos, necesito siete vidas". 

A una servidora le abría gustado irse de guateque con estos copleros que se arrancaron a bailar por King África, aunque con una vuelta de tuerca: "Tú a tos´ laos´ vas con la sonda, hasta tu nieto juega a la comba y con la sonda bailamos así, así, así. Con la sonda para abajo, para abajo". 

Comparsa Los Desobedientes

Comparsa Los Desobedientes / Fundación Carnaval

Onubenses de corazón blandito

Originarios de la parte más occidental de Andalucía, la comparsa 'Los desobedientes' se abrieron en canal, un corazón al que en ocasiones lastiman y que cosquillea con unos ojos que les miran, como cantaron y contaron en su estribillo: "Yo soy desobediente (...) pero cuando tú me miras con esos ojos y te ríes de esa manera, es que me entra un cosquilleo que solo puedo decirte ¡haz conmigo lo que quieras!". 

La determinación de estos carnavaleros impregnó las tablas del escenario de la ESAD, así como la emoción a pesar de que su mirada estuviese camuflada por la sombra que los focos proyectaban en sus sombreros. El segundo pasodoble levantó a los asistentes de sus butacas con un sonoro aplauso a lo que significa compartir pasiones con otros copleros: "Y por más desobediente y canalla que me creo, no llego a la rebeldía que hace un año por febrero con su comparsa de 'Matria' demostraron en el Falla mis valientes compañeros, que pasaron de los premios, de las normas, del concurso de que los critiquen". Olé. 

La noche, más corta que otras, iba llegando a su fin pero todavía quedaban dos platos fuertes con aroma de murga. El primero ellos fue 'La guirigotissima', unos turistas muy particulares que llegaron con mochilas que, además de para el Carnaval, podrían servir para hacer el Camino de Santiago o encontrar hueco en Semana Santa para ver La Legión. 

Los turistas eran... ¿extranjeros? Depende de cómo se mire: "¡Yepaa de Donosti, de la tierra del marmitako, vasco del País Vasco! ¿Vasco tú? Extranjero". No cambiaría ninguna de sus letras de pasodobles, cuplés o popurrí. Bueno sí. Porque con el final de su actuación ya vuelvo a tener el 'Bella Ciao' metido en la cabeza. 

Murga Los leones en su salsa

Murga Los leones en su salsa / Fundación Carnaval

'Los Leones en su salsa'

Pasadas las once de la noche, llegó el rugido de Los Leones. El teatro se iba a caer, los piropos para esta murga malagueña se acumulaban. Y es que su "sasón" dejó a todos con la boca abierta. Estos cubanos que cantaron sobre el 'vaio' tuvieron el escenario dominado de principio a fin, en coregrafía, con ritmos latinos, coordinación y humor

Y aunque ellos mismos reconocieron "yo no soy cubano como usted imagina. Yo no soy cubano, lo que es que me ha caído la calima", no les faltó desparpajo ni sabrosura que, en vez de latina, tenía el sello de denominación de origen de Málaga.