Carnaval

Las comparsas de Alhaurín y Churriana ponen quilates a la modalidad en la tercera preliminar del COAC de Málaga

Gigantes, de Churriana, y Nostradamus, de Alhaurín el Grande, sobresalen en una sesión entretenida del COAC 2025

F. J. Cristófol

F. J. Cristófol

El Teatro de la ESAD vivió anoche una tercera sesión de preliminares con un arranque de cantera y dos comparsones de categoría que dejaron quilates en el escenario. La modalidad de comparsa, como siempre, lo pondrá difícil al jurado. Abrió la sesión una numerosísima murga infantil que demostró un trabajo minucioso detrás de cada detalle. Bajo la dirección de Crespi y Alberto Salas, el grupo ofreció una actuación impecable, con una interpretación medida y cargada de intención. La presencia mayoritaria de niñas en el escenario reafirma que la cantera goza de buena salud y que el futuro del Carnaval de Málaga está asegurado.

Murga: Lo Cortés no quita lo cobarde

La murga del Varilla fue la encargada de inaugurar la competición de adultos con una propuesta sin grandes pretensiones pero necesaria en el concurso. Con una estructura clásica y sencilla, el grupo apostó por un repertorio directo y sin artificios, con un tres por cuatro tradicional en el pasodoble y una caja con forma de corazón como acompañamiento.

En la tanda de pasodobles, el primero sirvió como carta de presentación y declaración de intenciones: no vienen a por el premio, sino a disfrutar de la fiesta. El segundo, en cambio, adoptó un tono más serio con un homenaje a Andalucía. Sin embargo, los cuplés no lograron conectar con el público y el estribillo pasó desapercibido. En el popurrí, algunas cuartetas destacaron, pero sin brillar en exceso. Un grupo que apuesta por la esencia del Carnaval sin buscar la perfección extrema, recordando que la fiesta también necesita de estas agrupaciones.

El tipo: Hernán Cortés

Las coplas: Destacan la presentación y el popurrí, con referencias históricas bien integradas.

Comparsa: Gigantes

Desde Churriana llegó una de las agrupaciones más esperadas de la noche. La comparsa de Pino y Godoy convirtió el escenario en un campo de batalla donde Málaga se defendía de gigantes invisibles. Con un tipo que fusiona el imaginario quijotesco con la iconografía malagueña –bacinilla verdialera y lanza espetera en ristre–, la agrupación desplegó un repertorio de gran nivel. La presentación fue impactante y el forillo, reivindicativo, con las torres de Martiricos convertidas en molinos contra los que luchar.

Musicalmente, los pasodobles brillaron con una melodía pegadiza y emotiva. El primero fue un homenaje a los grandes letristas del Carnaval, los "quijotes" de la fiesta. El segundo, una dura crítica a la deshumanización de Málaga, convertida en un producto turístico sin alma. En los cuplés, el primero jugó con el tipo de Quijote, aunque con un remate previsible. El segundo, más afilado, aludió a la movilidad urbana y terminó con un golpe contra la concejala Teresa Porras. El estribillo, potente y directo, resumió su mensaje con un verso contundente: "Tú que siempre presumías de noble y hospitalaria, has dejado que te roben y te saquen las entrañas".

El popurrí fue una delicia para los amantes del género, con continuas referencias a la obra de Cervantes y un desarrollo escénico impecable. Una comparsa redonda, con una ejecución brillante y una crítica certera.

El tipo: Quijotes malaguitas, verdiales y espetos.

Las coplas: El segundo pasodoble sintetiza la esencia de la comparsa: crítica y profundidad.

Cuarteto: Drama de honor

El cuarteto juvenil apostó por una propuesta teatralizada, acorde con la tendencia actual del género, pero sin el peso carnavalero que se espera en este formato. La parodia no terminó de enganchar al público y el desarrollo de la historia resultó confuso. Con personajes exagerados y expresiones reiteradas, la obra pareció tener visos de continuidad, aunque no logró generar la respuesta esperada en la grada.

Los cuplés, poco ensayados y sin fuerza, no fueron bien recibidos. El estribillo intentó conectar con el público con un grito de "¡Cartojal!", pero no surtió efecto. Pese a ello, destacó la actuación del personaje de Mónica, que mostró cierta vis cómica.

El tipo: Despedida de soltera con pijamada incluida.

Las coplas: Los cuplés quedaron desdibujados y poco comprensibles.

Murga: Tu cara me suena

La última agrupación de la primera mitad de la sesión trajo una propuesta arriesgada pero bien ejecutada. Con el tipo de detenidos por error en una rueda de reconocimiento, la murga abordó temas de calado social sin perder la esencia del humor.

El primer pasodoble fue una crítica a la infraestructura viaria de la Costa del Sol, con una referencia emotiva al fallecimiento de Juanjo Calvente el pasado 14 de febrero. El segundo puso el foco en los pasodobles machistas que aún se aplauden en el Carnaval, con un mensaje claro: "Que no hay excusa que exista, ni carnaval que resista si aquí un Cervantes muere aplaudiendo con un pasodoble machista".

Los cuplés, en cambio, quedaron desfasados. El primero, con un humor más propio de otra época, y el segundo, con una alusión a drogas que no encajó bien. Sin embargo, el popurrí elevó el nivel con momentos muy logrados, como la tortura al testigo chivato obligándole a escuchar "Zambombas, palillos y panderos". La murga cantó muy bien y adaptó musicalmente las cuartetas con solvencia.

El tipo: Histriónicos detenidos por error en la rueda de reconocimiento.

Las coplas: Pasodobles con peso y sentido. Un popurrí con gran ritmo.

Comparsa Bendita tú eres

"Dios te salve, Andalucía, porque llena eres de gracia", la comparsa granadina, defiende un tipo complicadísimo en lo conceptual, el alma de Andalucía. La presentación es una bonita consecución de tópicos. El primer pasodoble es un piropo a Málaga con una crítica que pone el foco en esa "bahía hundida bajo ese urbanismo que olvida al malagueño y piensa en el turismo". Una llamada de atención de tú a tú entre hermanos. El segundo pasodoble, citando barrios andaluces, es una crítica a la gentrificación y la tensión de barrios como Triana, San Basilio, El Perchel o La Trinidad.

Los cuplés, muy al tipo. El primero sobre lo que les ha costado a cada uno de los componentes hacerse con el espíritu de cada una de las provincias, pero a uno le ha costado más que al resto: "Al que va vestido de Jaén que lleva currando los cuatro meses en la aceituna"; estribillo bonito y melosón. El segundo cuplé a la Málaga de los últimos tres milenios y a Paco de la Torre, "que es alcalde desde el 2000, pero antes de Cristo".

Popurrí bonito, con ligazón y agradable de escuchar, aunque por momentos se hace algo largo. La idea, aunque reiterativa como concepto, tiene un desarrollo muy blanco, neutro en el buen sentido.

El tipo: El alma de Andalucía. Tipo muy trabajado con ocho ventanas a las almas de cada una de las provincias.

Las coplas: El segundo cuplé con un puntito de gracia, a Paco de la Torre. Todo muy blanquito y agradable

Murga Curro el veleta

Rafael Estades, el Morta, presenta una murga de humor absurdo. Sin paños, una absurdez que, sin saber por qué, te hace reír. Y eso es maravilloso. Ver a ese grupo ahí encima es oro y lo saben y lo explotan. No esperemos una perfección musical, porque no es lo que queremos de un grupo como este. Es sencillamente hilarante. Subyace un estilo personalísimo, con un protagonismo merecidamente excesivo del Morta. ¿Qué más se puede decir? Ah, sí, el repertorio.

Los dos pasodobles son una cosa. Así, sin más, una cosa. El primero al desencanto político, que si izquierdas, que si derechas, pero Curro el veleta prefiere sobar para que el pueblo sea soberano, pretendidamente absurdo, como el repertorio completo. El segundo al amor y la sexualidad sin complejos, en la misma línea esperpéntica (en el más puro estilo de Valle).

Cuatro cupletinas, las dos primeras al tipo, bastante sencillitas y un estribillo que desarrollan con gracia. La segunda tanda con un primer cuplé un poco fuera de cacho, sobre la necrofilia; el segundo con gracia, simulando una relación íntima jugando al despiste con una operación de vasectomía.

El popurrí es una consecución de cuartetas con un Morta absolutamente protagonista, realmente malaguita. Es una murga para disfrutar con la poquísima vergüenza y la experiencia de estos carnavaleros que interpretan con gracia. Este carnaval hace mucha falta para no olvidar de dónde venimos.

El tipo: indecisos con colores blancos y azules y pajaritos en la cabeza.

Las coplas: de las cuatro cupletinas, dos malaguitas y una con arte sobre la vasectomía. Todo absurdo, en su tipo.

Comparsa Nostradamus

Presentación potentísima para un tipo precioso, Nostradamus del Lugá que vienen a profetizar. A estas alturas no nos vamos a esconder, tengo debilidad por esta comparsa y no está de más recordar que las crónicas tienen un gran componente personal, interpretativo y opinativo.

Los pasodobles tienen una música exquisita, con un juego de voces tirando muchísimo por arriba sin dejar de afinar. El primero de ellos con una letra profundísima al futuro del Carnaval de Málaga, a la figura de su presidente: "Yo a ti sí que te voté, por la escuela y el futuro, por lo que vi esa manaña, para que de una vez puñetera, por una raíz que florezca y una nueva era, o el carnaval morirá pena". El segundo un grito por el futuro de Andalucía, que "de pobre ya está muerta en vida". Lamento de vellito de punta.

Los cuplés con gracia. El primero a cuenta de la retirada de Rafael Nadal en Málaga. El alcalde le comenta a Nadal que es un ejemplo y este le responde que a ver si se va ya "a tomar viento". Estribillo con formato piropo: "Málaga niña bonita,  que escribe su sino en las olas del mar, Málaga tierra bendita,  que vive atrapada entre el sol y la sal". El segundo, un puntito más graciosete comparando a Lamine Yamal con su hijo, de la misma edad. Mientras el futbolista le ha arreglado la vida al padre con su talento, el autor se queja de que su hijo está todo el día con "zambombas, palillos y panderos", con doble sentido. El popurrí, como es habitual, un desarrollo con una interpretación de altísimo nivel.

El tipo: Nostradamus del Lugá a los que no les falta un detalle. Preciosas constelaciones bordadas en las levitas.

Las coplas: Los dos pasodobles son una delicia, el primero en clave carnavalera, el segundo con rabia andalucista. El segundo cuplé con un pegotito simpático.

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