Los cosmonautas rusos inician una caminata espacial para instalar equipos

Está previsto que la caminata espacial de hoy, a casi 400 kilómetros de la superficie terrestre, tenga una duración aproximada de seis horas, el tiempo que aseguran las reservas de oxígeno de las escafandras.

Vólkov y Kononenko deben colocar en el casco del segmento ruso Zvezdá un mecanismo de referencia para el acoplamiento de un módulo científico que será enviado a la EEI el próximo año.

Esta tarea quedó pendiente de la caminata espacial que los dos cosmonautas efectuaron el viernes pasado, en el curso de la cual retiraron uno de los pernos explosivos del mecanismo de descenso de la nave Soyuz, adosada a la plataforma orbital.

El perno será llevado a la Tierra para ser examinado por los especialistas.

Según Roscomos, la agencia espacial rusa, la activación a destiempo de uno de esos pernos causó el descenso descontrolado, en caída libre, de las dos últimas naves Soyuz, en octubre de 2007 y abril de este año, con el consiguiente riesgo para los tripulantes por las sobrecargas de aceleración.

El plan de trabajo de la caminata de hoy incluye la instalación de un aparato llamado Vsplesk, que se utilizará en un experimento relacionado con la predicción de temblores de tierra, y de una plataforma que permitirá fijar los pies de los cosmonautas, para que tengan las manos libres.

Además, Vólkov y Kononenko retirarán un contenedor del equipo Bio-risk, que se emplea en los experimentos para estudiar el impacto de los factores del espacio cósmico en los microorganismos.

Como es habitual en estos casos, el tercer tripulante de la EEI, el estadounidense Greg Chamitoff, supervisará la labor de sus compañeros desde la nave Soyuz.

Esas naves, acopladas a la EEI a la espera del final de cada expedición y la llegada del relevo, sirven también de lanchas salvavidas, por lo que Chamitoff en caso de cualquier imprevisto estará listo para recoger a los rusos y regresar a la Tierra.