La estrategia incluye la realización a partir del próximo año de maniobras militares con la participación de las tropas de aquellas naciones que, voluntariamente, vayan a contribuir con contingentes, y la creación de centros de coordinación en países de las región.

Esta iniciativa fue respaldada por 26 países y la Unión Europea durante la quince reunión anual del Foro Regional de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), al que asistieron en Singapur los ministros de Asuntos Exteriores.

"Contemplamos también tener tropas preparadas con la finalidad de responder rápidamente ante cualquier desastre", declaró en rueda de prensa el canciller singapurense y anfitrión de la reunión, George Yeo.

El respaldo de los países de Asia-Pacífico a la iniciativa que persigue responder con rapidez y coordinar aquellas operaciones de ayuda humanitaria cívico-militares que se lleven a cabo, siempre bajo un mando civil, llega después de que la Junta Militar de Birmania impidiese la entrada masiva de la asistencia internacional para los 2,4 millones de damnificados del ciclón "Nargis".

Cerca de 138.000 personas murieron o desaparecieron tras el paso del ciclón por el delta del río Irrawaddy entre el 2 y 3 de mayo, pero el régimen militar no accedió a abrir, parcialmente, sus puertas a la ayuda humanitaria y a los cooperantes extranjeros hasta finales de mes.

El terremoto ocurrido el 12 de mayo en la provincia china de Sichuan causó más de 69.000 muertos y dejó otras 18.000 personas desaparecidas.

En su comunicado conjunto, los 27 miembros de este foro, que se reúne con carácter anual para abordar asuntos de seguridad regional, señalaron que los países afectados por un desastre natural deben facilitar la entrada de ayuda procedente de otras naciones y de organizaciones internacionales a fin de que "el socorro sea rápido y efectivo".

El documento, que no es vinculante y contiene recomendaciones, deja abierta la vía para que los países golpeados por desastres naturales rechacen la entrada de fuerzas militares extranjeras en misión humanitaria, sin un acuerdo previo entre el Estado afectado y los que pretenden prestar ayuda humanitaria.

"Los esfuerzos para socorrer a las víctimas deberán estar bajo el control y la supervisión del Estado afectado", recomendaron en el documento aprobado por los ministros de Asuntos Exteriores.

Los países de Asia-Pacífico, que en su declaración conjunta reconocieron que la región es propensa a los desastres naturales, destacaron la necesidad de que los miembros del foro "intensifiquen la cooperación en materia de preparación ante catástrofes, gestión, rehabilitación y reconstrucción".

"Es preciso mayor formación, asistencia técnica y coordinación" entre los 27 miembros del foro, añade el comunicado final.

La idea de crear un mecanismo para coordinar las operaciones militares y civiles de ayuda humanitaria, que defiende Estados Unidos, surgió después de la catástrofe causada por el "tsunami" que se produjo en el océano Indico el 26 de diciembre de 2004 y que dejó 226.408 muertos en doce países.

El Foro Regional de la ASEAN integra a Australia, Bangladesh, Brunei, Birmania, Camboya, Canadá, Corea del Norte, Corea del Sur, China, Estados Unidos, Filipinas, India, Indonesia, Japón, Laos, Malasia, Mongolia, Nueva Zelanda, Pakistán, Papúa Nueva Guinea, Rusia, Singapur, Tailandia, Timor Oriental, Vietnam y la Unión Europa.