El mal de Alzheimer es una enfermedad neurológica, progresiva que se declara principalmente en las personas de edad avanzada. Sus primeras manifestaciones son la pérdida de memoria hasta degenerar en la demencia y la muerte.

Los científicos del Colegio Médico de Wisconsin dijeron ante la Conferencia Internacional de la Asociación del Alzheimer, en Chicago, que los hijos de pacientes del mal que son portadores del riesgo genético registran cambios neurológicos que son detectables de manera anticipada.

Los investigadores estudiaron a 28 personas de entre 45 y 65 años. Doce de ellas eran portadores del gen APOE-4, las demás 16 carecían de esa herencia genética.

No existían diferencias importantes de edad, nivel educativo o rendimiento neuropsicológico y los resultados mostraron que la conectividad funcional de los que no tenían el gen era aproximadamente un 65 por ciento mejor que la de quienes sí portaban el gen, indicaron los investigadores.

Los científicos indicaron que la imagen de resonancia magnética reveló que los portadores de APOE-4 mostraron una conexión reducida entre el hipocampo y la corteza posterior, dos importantes estructuras cerebrales que procesan la memoria.

Indicaron también que esas regiones del cerebro son importantes cuando se trata de acumular información, filtrarla y seleccionarla.

Según Shi Jian Li, profesor de biofísica y uno de los autores del estudio, es como si el cáncer se pudiera detectar cuando aparecen las primeras células malignas y mucho antes de que la enfermedad se haga evidente.

"La ventaja de identificar a las personas que corren un alto riesgo de sufrir Alzheimer sería de enorme valor en el desarrollo de terapias de intervención", agregó.