Wilpret recuerda que el desarrollo sostenible consiste en intentar progresar "siendo lo suficientemente sensato para no despilfarrar", y, de hecho, añade, se ha convertido en un término del que todo el mundo habla sin saber.

Resalta que es antieconómico para la economía de libre mercado que rige la economía actual, y, además se sabe -comenta- que uno de los elementos que contribuye a la emisión de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera es el "abuso de la energía eléctrica", y sin embargo no deja de aumentar, por ejemplo, la iluminación pública en los municipios.

La instalación de un gran número de farolas en las localidades muestra que los políticos hablan del desarrollo sostenible, pero no lo cumplen, "porque no lo pueden cumplir", añade Wildpret.

El desarrollo sostenible, incide, va contra la economía de mercado actual porque es una acción que invita a ahorrar, a ser austero, y el ser austero provoca una "crisis económica", ya que, por ejemplo, si "tú no coges el coche pues no le das al de la gasolina dinero para llenar el tanque, ni al mecánico para que lo revise", lo que afecta al círculo de producción económica.

Si apagas la luz y no pones aire acondicionado en casa no se consume petróleo, y eso es desarrollo sostenible pero no es rentable económicamente, señala Wolfredo Wildpret.

De hecho, los medios de comunicación alarman de que "está bajando el consumismo", pero no resaltan que con el ahorro por ejemplo en el consumo de combustible fósil se contribuye al desarrollo sostenible.