Nada de dietas, miradas lánguidas y sin esperanzas a un sabroso manjar, ni ejercicios, ni sudor, ni dolores musculares.

La solución está en dos fármacos que han revelado que mantienen esbeltos y convierten en atletas incansables...a ratones de laboratorio, por ahora.

Se trata de los fármacos GW1516, que no está en venta comercial, y de otro sólo identificado como AICAR.

En experimentos hechos con roedores, los científicos del Instituto Médico Howard Hughes y del Instituto Salk de Estudios Biológicos indicaron que las dos sustancias desencadenan muchos de los efectos fisiológicos del ejercicio y aumentan la capacidad del cuerpo de quemar grasas así como la resistencia.

En un informe divulgado hoy por la revista "Cell", los investigadores indican que el potencial de los fármacos va mucho más allá del combate a la obesidad y el cansancio.

También podrían ayudar en el tratamiento de enfermedades musculares, a pacientes que por problemas físicos no pueden realizar ejercicios, a personas con discapacidades y a quienes sufren trastornos metabólicos o distrofia muscular.

En trabajos anteriores con ratones manipulados genéticamente, los científicos ya habían determinado que si se activaba un gen identificado como PPAR delta se convertía a los animales en verdaderos corredores del maratón.

Además, no aumentaban de peso incluso aunque se les administrara una dieta que generaba una rápida obesidad en ratones normales.

Al referirse al GW1516 administrado a ratones sedentarios durante cuatro semanas Vihang Narkar, investigador del Instituto Salk, señaló que los resultados fueron misteriosos y sorprendentes.

"Conseguimos los beneficios de reducir los ácidos grasos y los niveles de glucosa, pero no hubo absolutamente ningún efecto en el rendimiento físico", señaló.

Se sometió entonces a los ratones a un régimen regular de ejercicios en los que cada uno tenía que correr en una cinta sin fin durante al menos 50 minutos.

El mismo fármaco que no había tenido resultados en los roedores sedentarios mejoró la resistencia en un 77 por ciento y la fibra muscular en un 38 por ciento en los que eran más activos.

Los ratones fueron sometidos después a una prueba similar, pero con el fármaco AICAR.

En este caso, después de cuatro semanas y sin entrenamiento previo, los ratones aumentaron la resistencia al ejercicio en un 44 por ciento en comparación con los animales no entrenados.

"Después de cuatro semanas los ratones estaban como si siempre hubieran hechos ejercicios. Corrieron más tiempo y más distancia que otros animales más preparados", agregó Ronald Evans, investigador del Instituto Médico Howard Hughes, que encabezó el estudio..

Según los científicos, en ambos casos los fármacos desencadenan una serie de cambios que contribuyen a que las células musculares aumenten su rendimiento y mejoran la capacidad del cuerpo de quemar grasas.

En este momento en que los Juegos Olímpicos de Pekín están a punto de comenzar, la idea de usar fármacos que contengan una de esas sustancias, o las dos, podría ser cautivadora.

Pero Evans advierte a quienes piensen en trasgredir las normas olímpicas de que más vale que no lo hagan.

Señala que ya ha desarrollado una prueba que puede detectar fácilmente la presencia de GW1516 y AICAR tanto en la sangre como en la orina.

Además ya está en contacto con la Asociación Mundial Antidopaje para aplicar la prueba en las Olimpiadas.