Cuando el párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen de Fuengirola, Damián Ramírez, le dijo a un grupo de feligresas que realizan un curso de manualidades en las dependencias parroquiales si podían realizar una modesta ayuda económica para reformar el edificio anexo a la parroquia, ellas le contestaron: «Sí, con nuestro trabajo».

«La mayoría vivimos en las llamadas protegidas, un barrio muy humilde y cuya gente cuenta con pocos posibles», explica María Cruz, una de las alumnas del taller. Ella y 20 mujeres más de entre 50 y 75 años decidieron allá por el mes de enero, cuando el cura les solicitó ayuda, que la mejor manera de podérsela prestar era realizando un rastrillo benéfico con los trabajos que han realizado durante todo el año en la época en que más gente acude a la parroquia, en las vísperas del día del Carmen, para poder obtener el mayor dinero posible.

«Hay de todo: ropa de bebé, manteles, bisutería, figuras para el Belén y unas camisetas muy originales», cuenta Leonarda Albarral, profesora y responsable de la actividad que se imparte en la llamada iglesia del Parque.

Además, tanto Leonarda como el resto de participantes en esta exposición destacan que se trata de artículos totalmente artesanales y a precios económicos. «Tan baratos que con 50 euros te puedes llevar más de la mitad de las cosas», bromea con desparpajo y gracejo, María Cruz.

«Bonito gesto»

Son más de 300 los artículos que se pueden adquirir en uno de los salones parroquiales que pronto desaparecerán, algunos de los cuales ya están vendidos, como asegura otra alumna del taller, María Rosa Jaime. «No es la primera vez que hacemos algo así. Hace un año conseguimos sacar 3.200 euros para el proyecto de cooperación con Honduras que capitanea el padre Patricio (sacerdote fuengiroleño que lleva años trabajando como misionero en el país centroamericano), con una iniciativa parecida a ésta».

Por su parte, el otro protagonista de la historia, Damián Ramírez, dice sentirse «gratamente sorprendido» por la acción de estas mujeres. «La mayoría de la gente dice que no puede aportar nada, pero estas mujeres han demostrado que siempre se puede echar una mano», espeta el sacerdote.

El proyecto en el que piensa Ramírez comenzará a principios del próximo año y consiste en una reconstrucción de los salones parroquiales. «Tenemos seis,todos muy pequeños. Hemos previsto hasta trece salones, un salón de actos, un columbario y una vivienda para el párroco. Y para ello, necesitamos unos 600.000 euros», dice.