Los vecinos de La Cala de Mijas no están de feria. Pero casi. Porque ha desembarcado por segundo año consecutivo Gambaria, el llamado festival del marisco andaluz. Desde el pasado domingo 18 de julio hasta el próximo 25 una enorme carpa situada frente al orgulloso Torreón del núcleo urbano mijeño aglutina a caleños y visitantes en torno al «mejor marisco de Andalucía», como señala el director de Gambaria, Antonio Rivero.

«Y no sólo el mejor, sino el más barato», recuerda el organizador, quien pone como ejemplo los 6,50 euros que cuesta una ración de pulpo a la gallega o los ocho de una doble ración. Precisamente, este famoso cefalópodo se está convirtiendo en el gran protagonista de esta edición de Gambaria.

Cada día, Diego Caballero cuece más de media centena de este rico alimento del mar que, él mismo asegura, no son familia del célebre pulpo alemán Paul sino que todos ellos son capturados en la costa malagueña. «Desde las 12.30 horas en que abrimos no paro de echar pulpos y cuando anochece y ésto se anima, más todavía», nos cuenta mientras vigila los que está cociendo en ese mismo instante en una enorme olla.

Y es que cuando más tarde sea más ambiente hay en la carpa facilitada por el Ayuntamiento de Mijas para celebrar este evento que está atrayendo a cientos de personas cada noche. «Es normal, no sólo tenemos marisco. También tenemos actuaciones musicales durante todo el día y cuando cae el sol hace una temperatura muy agradable para venir a tomarse una cerveza y un buen plato de gambas», explica Rivero.

Hasta la madrugada

Pero no sólo pulpo y gambas se pueden degustar en Gambaria. Langostinos y patas rusas onubenses, y cigalas de Cádiz completan la carta de mariscos a la que también se unen algunos ibéricos para los que, por desgracia, no pueden si quiera pelar una gamba. «El año pasado detectamos que muchas personas acompañaban a su pareja y que no tomaba nada. Muchas de ellas eran alérgicas al marisco así que hemos ampliado la oferta para que nadie salga descontento de la carpa», apunta el director de Gambaria.

Igualmente, también se ha pensado en otros comensales delicados: los niños. En esta edición existe una barra con productos para los más pequeños de la casa como bocadillos, hamburguesas y filetes.

«Está genial. Tengo dos hijos pequeños y no les gusta mucho el marisco. A mí me encanta y el año pasado no pude venir mucho. Pero ahora, se toman su bocata y yo, gambas», dice Manuel Jiménez, vecino de La Cala.