Benalmádena se levantó ayer con sentimiento de victoria, ya que el pueblo habló en la jornada electoral del 22 de mayo y, casi por mayoría, eligió al Partido Popular para que gobierne cuatro años más, aunque no podrá hacerlo en solitario. La felicidad era palpable especialmente en el candidato y actual alcalde, Enrique Moya, que de buena mañana ya estaba cumpliendo con su agenda de regidor en funciones y acudió a la manifestación pacífica que, como cada lunes, se realiza a las puertas de la Residencia Marymar, ante su inminente cierre.

Obligaciones aparte, la sonrisa de Moya delataba que su plena satisfacción se debe a un triunfo doble, puesto que es la primera vez que el partido gana los comicios en Benalmádena, obteniendo 11 concejales cuando nunca había pasado de los seis, y por haberse convertido en el candidato más votado de la historia electoral del municipio, obteniendo un total de 7.395 votos, el 35,58 por ciento, frente a los siete conseguidos por el PSOE con 5.173 votos, un 24,8 por ciento.

Así lo indicó ayer Moya en rueda de prensa, asegurando que gobernará «durante los próximos cuatro años con la legitimidad que dan los votos, con el respaldo de todo el municipio y con el respaldo del partido que ha obtenido la mayoría en toda la provincia».

Pero no en el municipio, lo que obliga a Moya a negociar antes del día 11 de junio, fecha en la que tomarán posesión de su cargo los nuevos alcaldes, con el resto de partidos políticos que han tenido representación en las urnas. En este sentido, manifestó que está dispuesto a incorporar a aquellos grupos que quieran trabajar por mejorar Benalmádena.

«Voy a abrir un proceso de conversaciones con el resto de grupos políticos para formar la mayoría estable que Benalmádena necesita, sin condiciones distintas a las ya formuladas en la campaña, y con la actitud más abierta para llegar a acuerdos que permitan construir el nuevo futuro para Benalmádena», explicó.

Posible llave para gobernar

El nombre que resuena con más fuerza es el de Francisco Salido, líder de Unión Centro Benalmádena (UCB), que con cuatro concejales obtenidos en sus primeros comicios, se ha convertido en la llave para gobernar.

Y Salido es consciente. Sabe el poder que esto supone para su partido y prefiere recapacitar bien cualquier ofrecimiento, de cualquier partido. Las combinaciones podrían ser varias, pero algunas se descartan casi por completo por pura diferencia ideológica. Por su parte, el partido que el exalcalde Enrique Bolín creó de cara a las elecciones, Benalmádena Organización Liberal Independiente (BOLI), obtuvo sólo un concejal, con la consiguiente pérdida de interés del resto de los partidos, en especial del PP, de tenerlo en cuenta para realizar algún pacto que permita gobernar.