La directora de la Asociación Protectora de Animales de Torremolinos Parque Animal, Carmen Marín, imputada en el juicio por la supuesta muerte irregular de 2.183 animales, aseguró ayer a este rotativo que «toda la información dada por El Refugio es incierta». El pasado jueves arrancó el juicio en el Juzgado número 5 de Torremolinos, en el que declararon dos agentes de la Guardia Civil y uno del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), y al que Marín no asistió alegando enfermedad en un escrito al juez. «Sólo declararon tres agentes, que no eran del Seprona, y que fueron los que realizaron la necropsia a algunos de los perros y gatos que fallecieron en Parque Animal», explicó. «En ningún momento se especificó la cantidad de producto eutanásico dolethal y T-61 utilizado», argumentó la directora, según la información que le trasmitió su abogado.

No obstante, El Refugio –organización sin ánimo de lucro cuyas actividades principales son la prevención y denuncia del abandono y maltrato de los animales y que se presenta como acusación en este juicio– asegura que se han sacrificado un 250% más de animales de lo establecido por la ley, y que «Carmen Marín utilizó menos cantidad de producto eutanásico, ocasionando la muerte masiva de animales de forma agónica». «Esto se demostró en el juicio gracias al atestado que presentó un agente del Seprona, el instructor del informe, y en el que se ratifica que los animales recogidos por la protectora son sacrificados por la presidenta, quien carece de titulación veterinaria y, además, presuntamente utiliza una dosis mínima del medicamento para los sacrificios con el fin de ahorrar costes, ocasionando una muerte agónica», aseguró el presidente de El Refugio, Nacho Paunero.