En medio de toda la polémica del PEM, a lo largo de todos estos diez años ha estado el Ayuntamiento de Mijas. El entonces alcalde Agustín Moreno (PSOE) propuso a los comuneros la compra de la parcela de La Atalaya para construir allí el proyecto, en 2002. Dos años después, el POT propuesto por la Junta de Andalucía lo prohibió y, el siguiente equipo de gobierno junto con el ente autonómico propusieron, entonces, llevarlo a La Alberquilla, un asentamiento rural en el que había que expropiar hasta tres millones de metros cuadrados.

Una solución que no gustó ni a los responsables de la organización empresarial ni a los vecinos de esta zona de Mijas. Tampoco al Partido Popular cuyo presidente local y actual regidor, Ángel Nozal, siempre ha querido levantar la tecnópolis en La Atalaya.

Sin embargo, ahora, con los acontecimientos sucedidos durante las últimas elecciones autonómicas en el que parece que esa idea no va a poder cuajarse, Nozal abre otra nueva vía: que los empresarios vendan los terrenos de La Atalaya y se vayan a otros destinados a construir naves industriales en la zona de Entrerríos para la empresa Sando, y que no han sido desarrollados.

La protección de La Atalaya no permite hacer un parque empresarial pero sí un hotel rural, por ejemplo. Buscaremos inversores que compren los terrenos y propondremos al PEM que haga su proyecto en Entrerríos», dijo.