La historia se repite en Benalmádena y su gobierno vuelve a pender de un hilo. Una moción de censura podría arrebatar la próxima semana la alcaldía a Javier Carnero (PSOE), que actualmente gobierna en tripartito con IU y Unión Centro Benalmádena (UCB).

Si en 2009, dos años después de las elecciones municipales de 2007, el PP, con Enrique Moya a la cabeza y cuatro concejales, alcanzó un pacto con varios grupos del Ayuntamiento para apartar a Carnero de la alcaldía, en esta ocasión, no ha pasado un año desde los últimos comicios, en los que el PP consiguió once ediles, para que el partido ultime los trámites para presentar una moción de censura.

Según ha podido saber La Opinión de Málaga, ahora sería UCB, con Francisco Salido a la cabeza y dos de sus ediles, el partido que propiciaría la salida de Javier Carnero de la alcaldía de Benalmádena sin la participación de Enrique Moya, ya que desde la dirección del PP se optá por que sea la número dos de la lista por Benalmádena, Paloma García Gálvez, sea quien tome las riendas del partido y también la alcaldía del municipio.

UCB rompería el pacto tripartito que mantiene con PSOE e IU en el gobierno local y el equipo del PP prescindiría del que ha sido su guía en Benalmádena durante más de seis años. Al parecer, la dirección del partido prefiere a un cabeza de lista que no esté imputado, como es el caso de Moya, acusado de malversación de caudales públicos y falsedad documental por el «caso Kaleido», y cuyo denunciante fue precisamente Francisco Salido, consejero delegado del Puerto.

De hecho, como ya informó este diario, los rumores de la moción se acrecentaron hace dos semanas, cuando una de las concejalas de UCB, Encarnación Cortés, abandonó el partido para quedarse como edil no adscrita por «diferencias con sus compañeros», según explicó ella misma. No obstante, la edil aseguró que seguiría ejerciendo como concejala de Turismo.

Con esta actuación, cabe pensar que el inminente pacto entre UCB y PP fuera el detonante para que Cortés se alejara de las filas del partido, y aún más a sabiendas de que el resto de ediles acatarían la decisión de Salido.

Un pacto que viene de lejos. Según varias fuentes de toda solvencia, el presidente del PP, Elías Bendodo, no quedó contento con el resultado obtenido por el PP de Benalmádena en las elecciones municipales de 2007, porque obtuvo mayoría simple pero no fue suficiente para poder gobernar.

De hecho, tras los resultados electorales, se iniciaron conversaciones entre PP y UCB para lograr un posible acuerdo de gobierno, pero no fructificaron. Días más tarde se conoció el pacto de gobierno entre PSOE, UCB e IU.

Mientras, Bendodo ya dejó claro a Moya su intención de que Paloma García Gálvez le sucediera en los siguientes comicios municipales, para lo que le pidió que fuera «enseñándole el oficio».

Meses más tarde, en octubre, y bajo las presiones del PP de Málaga, Enrique Moya retomó las conversaciones con Francisco Salido que ahora habrían llegado a buen puerto.

Incluso Salido aceptaba como uno de los requisitos para realizar ese pacto que Moya fuera el alcalde de Benalmádena. Pero para el PP aún era pronto para realizar una moción de censura, ya que había que esperar a las elecciones autonómicas con la esperanza de que Javier Arenas obtuviera el gobierno de la Junta de Andalucía.

Pasados los comicios autonómicos, con una victoria insuficiente para gobernar en Andalucía, había que perfilar los puntos sueltos para un acuerdo entre PP y UCB. Fue entonces cuando el propio Bendodo se reunió con Salido para explicarle su intención de prescindir de Moya, aspecto que en un principio el segundo acató, con la intención incluso de incluirle en las listas del PP de cara a las municipales de 2015.

En este sentido, las dos últimas dos semanas han sido decisivas para lograr finalmente un acuerdo para la moción de censura. No obstante, cabe la posibilidad de que Francisco Salido aún dé marcha atrás a esta actuación por no estar totalmente de acuerdo con que Paloma García sea la futura alcaldesa de Benalmádena.

Además, Moya tiene que dar su última palabra, ya que cuenta con el respaldo total de los afiliados al partido que, como él, no verán justa su marcha del PP local y hasta puede que de la política. Y es que, al parecer, Bendodo no tiene planes de futuro para él.