La carta de la Consejería de Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, que obra en poder del Ayuntamiento de Mijas, tampoco ha sentado muy bien a los responsables de Urbanismo de la institución local. De momento, la postura es la de cautela, o mejor dicho, de silencio. Y es que el Ayuntamiento, en el pleno ordinario del pasado mes de noviembre, fue quien elevó la propuesta de modificación de uso en la parcela de La Atalaya.

Tanto es así, que durante la campaña electoral de las elecciones municipales de hace un año el entonces candidato, Manuel Navarro, lo propuso como primer paso a seguir para poder llevar el proyecto a La Atalaya. Una vez en el gobierno local y como concejal de Urbanismo, Navarro instó al PEM a que presentara en el Registro del Ayuntamiento esta propuesta que, a su vez, el equipo de gobierno hizo suya para someterla en votación en el pleno. El hecho de que la Junta pudiera cambiar de color político en las elecciones autonómicas de marzo dio alas y esperanza a los empresarios mijeños y al Consistorio, puesto que si el PP gobernaba en Sevilla coincidiría con un equipo de gobierno afín en Mijas. Pero, finalmente, con los socialistas en el poder, lo cierto es que la iniciativa conjunta de PEM y Consistorio no ha prosperado, como podría haber ocurrido.

No obstante, el alcalde de la localidad ya manifestó en una ocasión a este diario otra alternativa: la de vender la parcela y ubicar el proyecto en otro lugar, como él mismo señaló, en un nuevo polígono industrial a medio hacer en la entrada de Entrerríos. Hay que recordar que durante el mandato socialista ya se planteó una posibilidad similar, llevar el PEM a La Alberquilla. Pero no prosperó al tener que expropiar viviendas.