El pasado fin de semana comenzaron los trabajos de reforestación que el Ayuntamiento de Mijas ha proyectado con idea de repoblar las zonas más devastadas del municipio, y especialmente por los numerosos incendios que han asolado su extenso término municipal a lo largo de los últimos años. Para ello, la labor de los técnicos municipales del área de Medio Ambiente está siendo apoyada por prácticamente todas las asociaciones de la localidad y decenas de vecinos voluntarios, que acudieron a la llamada del Consistorio para devolver a su sierra el esplendor que el fuego y la acción del hombre se llevó por delante con episodios como el del pasado verano.

Sin embargo, tal y como ya adelantó en su momento la concejal de Medio Ambiente, Carmen Márquez, no se está actuando en los entornos donde el fuego ha sido más reciente. Los técnicos y voluntarios están trabajando. únicamente, las zonas afectadas por incendios anteriores al acaecido en la Sierra de Mijas en el año 2001.

«Nunca después porque los expertos desaconsejan terminantemente hacerlo, por ejemplo, en los lugares que se vieron afectados en el incendio del pasado mes de agosto o el de septiembre de 2011, que también resultó dañino. Hay que dejar a la tierra que respire y se regenere ella sola, sin que el hombre medie con una nueva actuación», explicó la edil mijeña.

De esta manera, desde el pasado día 24 de noviembre, se está interviniendo tanto en áreas naturales que ha sufrido este tipo de incidentes, o bien en lugares donde el desarrollo urbanístico y la mano del hombre han desprovisto del manto vegetal que en su día lucían.

«El objetivo es reestablecer el proceso ecológico previo a la urbanización que han sufrido muchas zonas, y como no, restaurar las áreas afectadas por los incendios», apunta el biólogo y técnico del área municipal de Medio Ambiente, Francisco Pérez.

Para ello, la entidad municipal posee un vivero donde tiene plantados miles de especies autóctonas tales como los álamos o los algarrobos. Durante años se han venido desarrollando en estas instalaciones municipales y los reparten entre las decenas de voluntarios que acuden a estas jornadas que el Ayuntamiento organiza durante las mañanas del sábado y los domingos. La idea es recuperar las zonas dañadas con ejemplares de especies que casen con el patrimonio natural mijeño.

«Es la mejor manera de concienciar a la ciudadanía de la importancia que tiene el medio ambiente en nuestro entorno. Más en Mijas, donde existe una importante y variada flora», aseguró Pérez.

Precisamente, con el deseo de protegerla y preservarla, el pleno municipal aprobó el pasado jueves modificar la ordenanza de zonas verdes para obligar a quienes talen un árbol a reponerlo por otros, de entre cinco a diez, dependiendo de las características de la especie talada.

Así, si el individuo que pretenda talar un árbol alóctono (especie impropia de la flora mijeña), tendrá que plantar cinco árboles autóctonos. Por el contrario, si el árbol que se pretende cortar es uno autóctono, estará obligado a plantar siete. Como último caso, si sobre árbol que se plantea talar recae una protección especial, como los recogidos en el catálogo municipal de árboles singulares, se tendrán que plantar diez nuevo para compensar los daños causados en el paisaje.