La Policía Nacional detuvo el pasado lunes en Fuengirola, en el marco de la operación Cervantes, a cuatro personas como presuntos autores de hasta nueve robos con violencia en sendos locales comerciales. Todos son de nacionalidad española, tienen entre 20 y 22 años de edad y usaban para perpetrar las acciones delictivas, pasamontañas o cascos integrales para cubrir sus rostros, así como armas de fuego y cuchillos.

El primero de los robos ocurrió el pasado 12 de abril en una farmacia de Fuengirola. Tres individuos entraron en el establecimiento y se llevaron, amenazando con las armas, la recaudación que había en la caja. Luego huyeron en una motocicleta.

Un modus operandi que los atracadores fueron repitiendo en salones de juego de Fuengirola, Mijas y Málaga, además de supermercados y locutorios.

Según el responsable de la operación, el inspector Álvaro Morte, el valor de sus acciones no llegaba a 500 euros en la mayoría de las ocasiones, salvo en una ejecutada en un salón de juego de Fuengirola, donde el botín llegó aproximadamente a los 5.000 euros.

En este sentido, Morte destacó que existen pruebas que incriminan a los detenidos de la comisión de los delitos de asociación ilícita, robo de vehículo y allanamiento de morada. Algo que no hubiera sido posible, en sus palabras, sin la colaboración ciudadana.

«Uno de los testigos nos dio la matrícula de una de las motos en las que huyeron y detectamos que era robada. Al poco la localizamos y dimos con el lugar de reunión de los supuestos atracadores, un apartamento de Fuengirola», relató.