Hasta hoy mismo en Torremolinos se pueden conocer casi 40 países sin moverse. Un crisol de culturas de los cinco continentes, que tienen cabida en el Palacio de Congresos de la localidad de la Costa del Sol y que muestran sus puntos fuertes turísticos a miles de visitantes, en su gran mayoría agentes del sector turístico.
Y es que, la octava edición del Salón Internacional de Turismo, Arte y Cultura de América Latina y Europa, Euroal, cuenta con una mayor presencia de países que vienen a mostrar su bondades y a realizar numerosos negocios que atraigan a los turistas.
De hecho, pasear por esta feria además de acrecentar las ganas de viajar, es un lugar magnífico para aprender de las tradiciones y cultura de los países representados, por ejemplo, de la mano de Melvin Marte, procedente de República Dominicana, que realiza máscaras artesanales, llamadas diablo cojuelos, que se utilizan en el carnaval de la Vega, que se celebra en la Cuaresma, para burlar al diablo.
En el expositor de la República Dominica, distinguido como país Estrella en esta edición, se puede conocer a Luis Confesor quien explica cómo se elabora un puro dominicano. Con más de 40 años de experiencia, asegura que tan sólo se tarda «un minuto» en elaborar un puro, pero para llegar a esta gran productividad, se necesitan «muchos años de experiencia, porque se tarda tiempo en aprender».
Durante el paseo por los más de 130 expositores se puede conocer a Fátima Lugo, joven paraguaya que además de bailar las danzas típicas del país explica cómo se realiza el ñanbduti, una labor parecida al encaje de bolillos. Ataviada con un vestido elaborado con dicha técnica, Fátima explica que la técnica sirve para cualquier vestimenta.
También se puede conocer a Aziz Bouhlassa, un joven marroquí que realiza cuadros con los nombres en árabe, pero con letras góticas, y además, explica el significado de tu nombre en este lenguaje.
Pero, sin duda, uno de los grandes atractivos de esta edición de Euroal es Macco, el robot programado para servir copas, cervezas, vinos, y realiza cócteles, con o sin alcohol. Y además, baila.
