Ruidos a altas horas de la madrugada, inseguridad, suciedad, concentraciones de jóvenes haciendo botellón cada fin de semana o competencia desleal son algunas de las consecuencias que vecinos y empresarios sufren desde hace años. Denuncian "la permisividad del Ayuntamiento de Torremolinos con algunos de los establecimientos de la zona de Los Álamos, que han pasado de ser chiringuitos tradicionales para convertirse en auténticas discotecas y clubs de playa ilegales". Así lo remarca Antonio Pezzi, abogado de la Asociación de Afectados por los Chiringuitos de Torremolinos, que aglutina a más de 300 personas.

"Tras poner sin resultado cientos de quejas y denuncias ante el Ayuntamiento de Torremolinos", la Asociación se plantea ahora presentar una querella criminal por prevaricación contra el alcalde Pedro Fernández Montes. "Vamos a intentar evitar el procedimiento penal, no es ese nuestro objetivo, solo queremos proteger a vecinos y empresarios y que se cumpla la ley, pero si el Ayuntamiento no nos deja otra salida tendremos que hacerlo", explica Pezzi. Este colectivo ya denunció en agosto pasado la suciedad y el ruido que provocan los chiringuitos en la zona.

El abogado de los afectados asegura que la Asociación no nació ni actúa contra los chiringuitos, ya que "hay que protegerlos porque son algo nuestro", pero el problema es que algunos han pasado a ser auténticos restaurantes y discotecas ilegales que incumplen la normativa medioambiental y de ruido, incumplen horarios abriendo hasta altas horas de la madrugada y ocupan de forma ilegal espacio público prohibiendo incluso a quienes no son sus clientes acceder a parte de la playa.

Antoni Pezzi resalta que estas discotecas -"que en Costas aparecen registradas como quioscos de bebidas", remarca- han ampliado "ilegalmente" la superficie que tenían asignada y "además sus concesiones han caducado". Ante las reiteradas denuncias de la Asociación, el Ayuntamiento responde que eliminar estos negocios perjudica a la imagen turística. Ante esta respuesta, la Asociación reclama seguridad jurídica. "La ley es la que es y los negocios han de adaptarse", dice Pezzi, quien asegura que además de los vecinos, los empresarios de Torremolinos que han adaptado sus locales a la normativa también se ven afectados, ya que han hecho elevadas inversiones para insonorización y otros requisitos de instalaciones y accesos que estas discotecas de la playa incumplen. "No hay igualdad de oportunidades", sentencia.

El Ayuntamiento de Torremolinos afirma en sus respuestas que estos locales cumplen los niveles de ruido, "cuando por ley no pueden tener música exterior, solo música ambiente y nunca hasta altas horas de la madrugada". Entre otras razones, el Ayuntamiento alega que los limitadores de ruido de estos ´chiringuitos´ registran niveles normales, pero por definición un chiringuito no requiere de un limitador, ya que no puede tener música como una discoteca o un bar de copas. Los vecinos de la zona no rechazan -explica Pezzi- que estos locales tengan música, pero si es así que sea hasta las 12 de la noche, permitiendo el descanso de los vecinos y sin incumplir la ley, para que otros negocios de Torremolinos (restaurantes, bares y discotecas legales) puedan continuar también con su actividad.

Por todo ello, la Asociación de Afectados esperará a ver cómo transcurren las primeras semanas de verano y el comienzo de la temporada para estudiar emprender nuevas medidas judiciales.