La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, afirmó ayer que los investigadores tratan de determinar si la muerte de dos mujeres y un hombre de una misma familia en una vivienda de Mijas se trata de un caso de violencia machista o de un homicidio. Mientras tanto, el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, manifestó que «por el momento» no consta ninguna denuncia en el Instituto Andaluz de la Mujer en relación con el crimen.

«Ayer tuve la última conversación con las técnicas del instituto y no tenían datos de que hubiera habido ningún tipo de denuncia. Se está valorando la situación por si se puede entender como violencia de genero», apuntó en rueda de prensa Ruiz Espejo.

El máximo responsable del Ejecutivo regional en la provincia indicó, además, que, «desde el IAM han comprobado las bases de datos de varias oficinas de la costa malagueña por si se hubiera presentado alguna», aunque reiteró que «hasta el día de ayer no había constancia».

Las primeras investigaciones de la Guardia Civil barajan como principal hipótesis que el hombre de nacionalidad británica que apareció muerto este pasado miércoles en una vivienda de Mijas hubiera acabado con la vida de su mujer, con problemas de movilidad, y de su hija, con una discapacidad psíquica, y, posteriormente, se hubiera suicidado.

Al parecer, los agentes habrían encontrado en el interior de la vivienda, situada en la urbanización Torrenueva, una nota manuscrita a modo de despedida, según informaron fuentes de la investigación. No obstante, los investigadores no descartan ninguna hipótesis.

Tras presentar los datos de tráfico la delegada del Gobierno Carmen Crespo detalló que en la casa en la que se encontraron los cadáveres se localizó una carta en la que el hombre, un keniano con pasaporte británico de unos 57 años, pedía perdón por lo que había hecho. El propietario de la vivienda donde residía esta familia en régimen de alquiler avisó a la Guardia Civil después de que desde hacía unas semanas no supiera nada de sus inquilinos.